De puerquito, nomás

Según el comunicado 134, emitido por la Secretaría de Relaciones Exteriores, "Las aseveraciones del Presidente Trump son contrarias al respeto a los derechos humanos y vulneran el principio de responsabilidad compartida que debe regir a la relación bilateral". Con ello, el gobierno de México responde a lo que se supone sea un mal entendido surgido de las palabras dichas por Trump: "no son personas, son animales".

Leer este comunicado y los otros muchos más que forman parte del grueso legajo de notas emitidas por los representantes mexicanos para convocar al vecino a un dialogo respetuoso y de buena voluntad que solucione las controversias y supere el diferendo relativo a la migración de mexicanos y de centro y sudamericanos que utilizan el vasto territorio nacional para llegar a los Estados Unidos, donde buscan el sueño americano, es como sumergirse en un océano de ilusiones y fantasías que carecen de sustento.

El comunicado emitido con fecha 17 de mayo de 2018, reza textual: "Este mediodía, el gobierno de México, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores, presentó ante el Departamento de Estado de Estados Unidos una nota diplomática de protesta por las declaraciones emitidas el pasado miércoles por el Presidente Donald Trump en relación con los migrantes". La nota fue entregada en Washington.

¿Qué dijo Trump? El miércoles, en una reunión en la Casa Blanca con líderes locales de California que se oponen a la llamada ´ciudad Santuario´, que brinda cierta protección a los migrantes, dijo: "Usted no cree lo mal estas personas son. Estos no son personas; estos son animales". Palabras tan contundentes tomaron revuelo y ocuparon la parte medular de los noticieros de la noche, prácticamente en todo el continente. El ministro de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, se sintió aludido y ordenó la tibia respuesta.

Una nota que tendrá el mismo fin que todas las anteriores; pero, los calificativos del presidente Trump no podían quedar en el aire y dentro de los mismos Estados Unidos se ha armado un gran alboroto que ha obligado a la vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders, a hacer las aclaraciones pertinentes, señalando que las palabras de "no son personas, son animales", no estaba dirigido a los migrantes ilegales que ya se están en la Unión Americana, o buscan llegar; sino, "muy claramente se refería a miembros de pandillas, especialmente a la Mara Salvatrucha", que antes había sido denunciada por Margaret Mims, sheriff de Fresno County. La revisión de los videos, así lo certifica.

Más que este asunto penoso, que pudo ser una confusión, o no; lo que queda claro y se hace harto evidente es la incapacidad de las autoridades mexicanas para brindar una adecuada y justa protección a los mexicanos que se encuentran como indocumentados prestando una gran contribución a la economía del vecino país. Mucho del daño que se ha venido causando a los migrantes, mexicanos especialmente, se debe a la ausencia de una política inteligente, basada en leyes y principios internacionales en la materia.

Allá no es como acá, que todo se resuelve con una orden del jefe; es necesario contar con abogados ´truchas´, que sepan aprovechar los beneficios que la Constitución de allá y la normatividad internacional, otorgan a quienes sólo tienen sus manos para ganar la gorda. El presidente Trump lo reiteró desde el inicio de su mandato, es un negociador, tan lo es que uno de sus libros más vendido es Trump el arte del Comercio.

Solamente quien no tiene oídos para oír u ojos para ver, no entiende que su estrategia es y ha sido la de ´asustaconejos´. No es con notas diplomáticas de Videgaray o con los berrinchitos de Guajardo, como México puede salir ganando en esta era de Donald Trump. Si una de las más firmes obsesiones que tiene el presidente de Estados Unidos es "El Arte de la Guerra" de Sun Tzu, bien podría los ´juncionarios´ huehuenches ponerse a leerlo y no seguir haciendo de puerquitos.