Editoriales > ALEJANDRO HOPE

Cuando ‘El Mencho’ llama

El pasado viernes, fue dado a conocer por los medios de comunicación el audio de una llamada telefónica entre (presuntamente) Nemesio Oseguera, alias “El Mencho”, líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG)

El pasado viernes, fue dado a conocer por los medios de comunicación el audio de una llamada telefónica entre (presuntamente) Nemesio Oseguera, alias “El Mencho”, líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), y un comandante de la policía estatal de Jalisco. Hay una controversia sobre la autenticidad de la grabación, pero asumiendo que sea real y que en efecto la voz al teléfono sea la de Oseguera, estaríamos ante un documento de valor inestimable.

Entre otras cosas, nos mostraría que:

Cuando ‘El Mencho’ llama

1. El problema de la infiltración del crimen organizado no se reduce a las policías municipales. El receptor de las amenazas y vituperios del capo no es, al parecer, un jefe de una humilde policía local, sino un mando de la Fuerza Única Jalisco. Sin quererlo, “El Mencho” habría provisto una ilustración perfecta de la objeción central al llamado mando único: al transferir el control de las policías de los municipios a los estados, no se elimina la presión del crimen organizado. Sólo se traslada al nivel estatal.

2. La corrupción policial no se entiende sin el complemento de la intimidación. Las policías serían mucho más resistentes a la tentación de la plata si no estuviese de por medio la amenaza del plomo. Y en el caso del “Mencho”, no es una advertencia en vano: decenas de policías han caído víctimas de las balas del CJNG. En consecuencia, el combate a la corrupción pasa necesariamente por la protección de los policías y de sus familias. Eso no significa ponerle guardaespaldas a cada elemento policial, pero sí pintar una raya en la arena: cualquier agresión contra un policía debe ser respondida con vigor excepcional. En este caso, no puede y no debe haber tolerancia alguna a la impunidad.

3. La delincuencia organizada no puede operar sin la complicidad de la policía. Esa es su licencia de funcionamiento. No sabemos qué estaba haciendo la policía de Jalisco en las horas previas a la llamada de Oseguera, pero ciertamente debe de haber sido algo que dificultaba la operación del CJNG en algún punto del territorio. De otro modo no se entiende el tono virulento y amenazante del capo en su conversación con el mando policial. Por algo querían que se “relajaran” los policías.

4. Hay un corolario esperanzador: aún con las limitadas capacidades presentes, las policías pueden hacerle daño al crimen organizado. Como mínimo, pueden dificultar su capacidad de operación y de generación de ingresos. En consecuencia, una policía competente, integra y profesional podría seriamente debilitar a las bandas criminales y limitar su potencial de violencia.

En resumen, es indispensable construir corporaciones donde los policías, cuando reciban una llamada amenazante del “Mencho” o de algún delincuente similar, tengan el valor, la entereza moral y la certeza de que serán protegidos por sus instituciones para colgarle el teléfono. Y de golpe.

EN OTRAS COSAS. En la propuesta de presupuesto de egresos de la Federación para 2017, la Policía Federal (PF) es víctima de la tijera. Se propone que reciba el año próximo 24,093 millones de pesos. Eso implica una reducción de casi dos mil millones de pesos con respecto a 2016. En términos reales, es un recorte de 10%, el mayor en la historia de la PF. De aprobarse como viene la propuesta, los policías federales tendrán el año próximo menos presupuesto (en términos reales) que en 2012. Mala noticia para una corporación que está desbordada.

alejandrohope@outlook.com

@ahope71