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¿Y el Atlas de Riesgo, apá?
"Ven que el niño es pedorro y pa´acabarla le dan frijoles", dicen allá en el rancho, y es muy cierto, porque el domingo por la mañana, ¡qué cosa más espantosa fue la que vivimos! y lo peor aún es que salen cinco minutos después, a dar aviso de que nos azotaría la tormenta, ya nada más faltó que nos dijeran: "a ver si no se ahogan".
Y es que apenas inicia la temporada de huracanes, el 1 de junio, y con ello los pronósticos de lluvia fuertes estarán a la orden del día, a ver sino son tan severas como las registradas el domingo, y es que no solo derribó anuncios, árboles, sino que también derribó hasta bardas, y sin dejar de señalar que los ventanales del edificio de La Oficina Fiscal del Estado, terminaron destrozados por los toldos que tenían instalados para que la ciudadania se cubriera del sol.
Y es tanta la extrañeza que a los cinco minutos de que iniciara la tormenta, el alcalde Carlos Peña Ortiz, en sus redes sociales diera el aviso, de hecho, agarró a todos de bajada, ya que todos los sitios en los que regularmente se registran siniestros por las lluvias, no hubiera vigilancia por parte de ninguna autoridad.
Se entiende que este tipo de fenómenos metereológicos solo dan de margen algunas horas, pero desde el viernes ya se sabia que para este fin de semana había pronóstico de tormentas severas, inclusive, hasta la formación de algunos tornados y la única pregunta es: ¿Quién debió haber avisado?
Lo grave no es mentir, sino la ausencia de valores éticos en respuesta a una emergencia y en este caso, no fue hasta después que dieron el aviso, "ni agua va y luego vino el golpe", así es como sentimos los ciudadanos de esta ciudad, algunos hasta que tenían el agua adentro de sus casas.
Ahora, ahí viene lo interesante, ¿qué vamos a esperar para la próxima temporada de huracanes?, ¿se irán a tomar medidas preventivas? Y esto viene a mención porque hace unos días se presentó el estudio del Proyecto 20-30, nadie acudió y parte de este proyecto estudia lo concerniente a los cambios climáticos, sus efectos, así como la prevención para desastres, y de nueva cuenta la pregunta ¿Quién debe de saber de esto, para que nos de aviso?
Y es que lo cierto, es que para servir no hay domingos, mucho menos días festivos, y para terminar, mucho menos días de descanso, todos los días, las 24 horas, todo el tiempo es de servicio.
Antes de terminar, las mismas preguntas de todos los años ¿Y el Atlas de Riesgo? Me acuerdo que Carlos Leal, hace más de una década me platicó que se tenía que hacer, Reynosa ya creció y lo peor aún es que no hay todavía un Atlas de Riesgo actualizado, que indique dónde, cómo y cuánto tiene que llover para que se inunden los diferentes sectores de la ciudad.
Cuánta velocidad debe de tener las ráfagas de viento para derriben anuncios, como pasó el domingo, que por al menos dos horas se tuvo que cerrar la carretera Río Bravo-Reynosa, devido a que los vientos derribaron un anuncio bandera.
Y lo que falta por señalar, postes a punto de caer, anuncios con lonas sueltas, tendidos de cableado de las diferentes empresas de internet, electricidad, instalaciones de gas y así la lista de lo importante de los servicios, pero con instalaciones mal realizadas, sin autorizaciones, pero primordialmente, ¿quién las autorizó?