‘Señales de alerta en la pareja para salir corriendo’ «No es lo mismo que te quieran a que te quieran bien»

Me llama la atención cuando platico con las personas y me comparten las tragedias y dramas de su relación, me cuentan con lujo de detalle las falta de respeto, como es ignorada su opinión, etc. Naturalmente les pregunto: ¿Qué haces ahí? Y la respuesta por excelencia es: “¡Es que lo quiero mucho!”
Frecuentemente se los he comentado y hoy se los recuerdo: “Para que una relación funcione, amarse no es suficiente.” Y lo anterior lo complemento así: “Para que una relación termine no es necesario que se acabe el amor.” #Anótele
Equivocadamente creemos que por amor debemos y podemos aguantar todo. No nos confundamos. Una cosa es tolerar y otra, muy distinta, resistir y soportar patadas. Eso NO revela cuanto puedas amar a tu pareja, eso sólo revela que NO te amas lo suficiente. La realidad es, que desde el noviazgo vemos señales y creemos, equivocadamente, que con el tiempo van a desaparecer por arte de magia. Hoy les compartiré algunas señales que van más allá de las obvias, como ser mujeriego, adicto, violento, etc. Hoy platicaremos de señales más sutiles, pero de gran relevancia.
1. Es alguien que quiere cambiar... ¡Pero cosas de ti!
Él reconoce lo “perfecta” que eres, pero podrías se aún más perfecta si discutieras menos, si le llevaras la contra menos, si tuvieras más chichis, si tu mamá viviera en la Antártida, si fueras más obediente. Con esto no estoy diciendo que no sean necesarios hacer cambios. Eso es natural, pero lo que hace la diferencia es la forma en como lo exige y la forma en como te anula.
2. Cambia las reglas del juego a su conveniencia.
Es posible que tengan acuerdos como pareja. Ejemplos: “Si vas a llegar tarde, mándame un mensaje.” “Puedes salir con tus amistades, siempre y cuando vayan mujeres.” ¿Qué es lo que pasa después? Que la esposa se entera por redes sociales que en las foto de “los cuates del domino” hay una vieja nalgona (que no conoce) y esta muy pegadita a su marido. Acto seguido, ella lo interroga y él le cuenta un cuento chino y al final termina aceptando que, efectivamente, esa mujer estaba ahí con todos, pero que no te quería decir la verdad porque te ibas a enojar. En estos casos en indispensable entender que no es posible ganar un juego donde no entiendes la reglas, por ende, es un juego donde siempre perderás. Es como si tu esposo tira la moneda al aire y tú dices: “Cayó sol, ¡gané!”, y él te contesta: “No, hoy es jueves, perdiste.” El siguiente jueves cae sol nuevamente (y tú crees que ganaste) y él te dice: “No, es jueves de año bisiesto, perdiste.”
3. No invierte en la relación, ni habla del futuro en plural.
Una persona que no hace planes a corto o mediano plazo, es una gran señal. No le emociona el hecho de poder hacer una reservación en algún restaurante, vacacionar o simplemente le da lo mismo si la relación termina. Incluso, si en una rabieta o discusión decides terminar con la relación, él te dirá: “ Adelante, está bien, ¡si eso es lo que tú quieres!”
4. Es marro, codo o tacaño... ¡Pero no sólo con la lana!
Es una persona pobre para dar cariño o para ser atento. “¿Para qué te digo que te quiero? Si no te quisiera no estaría aquí.” Simplemente, él podría hacer algunas cosas por ti y no las hace porque no se las has pedido. Ve los “errores” que cometes y no te avisa. Dejaste el pasaporte en el avión, y él te dice: “Si. Vi que lo dejaste, pero es tu pasaporte. Tienes que estar pendiente de tus cosas.” Estarás de acuerdo conmigo que estos son ejemplos peores que ser miserable al dar el dinero para el gasto.
5. Te trata como si fueras su empleada, te critica y asume que eres ignorante.
Si bien, es una realidad que muchas mujeres se sientan atraídas por hombres dominantes, pero no es lo mismo tener carácter que un genio de la chingada. Este tipo de hombre no invierte su tiempo en que veas su punto de vista, sino en convencerte de lo mal y muy equivocada que estás. ¿Ves la diferencia?. Frecuentemente dice: “Mira amorcito, tú mejor no opines. Tú no sabes de estos temas, mejor prepáranos algo de cenar aquí a Domínguez y a mí.” O típico que sales bien vestida y él te dice: “Dime que te regalaron el vestido y no gastaste en eso, te ves horrenda.” En este tipo de relaciones, el mensaje que él te da es: “Yo siempre soy y seré mejor que tú.”
Como verás, los puntos que hoy te compartí son lo suficientemente fuertes para salir corriendo. Lo lamentable de estas conductas es que al final del día, de la semana, del mes, del año o al final de la relación terminaras anulada, invisibilizada, con sensaciones de injusticia, frustrada, impotente y con mucha confusión, sin mencionar la autoestima hecha pomada.
Si puedes buscar ayuda para los dos, adelante. Si él no quiere, entonces busca ayuda para ti. Como verás las señales anteriores nada tienen que ver con si lo amas o no, sino de cómo no te amas a ti al permitir semejantes acciones. Siéntete acompañada. No estás sola. Nos leemos la próxima semana.
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