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Se busca mujer para presidir Morena

Hasta el momento, no existe el nombre de la mujer que será perfilada para tomar las riendas de la presidencia del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Tamaulipas.

La única certeza que se tiene es que, como sucederá con la integración del primer gabinete de la Cuarta Transformación en tierras tamaulipecas, se busca una cara nueva, una propuesta fresca, pero que a la vez asuma el compromiso de construir una organización partidista rumbo a la crucial elección presidencial de 2024.

Se busca mujer para presidir Morena

Varias cartas se han manejado en la prensa para ocupar la dirigencia estatal morenista, sin embargo no hay nada definido en el alto mando.

Uno de los nombres que con mayor insistencia se han puesto sobre la mesa es Judith Katalina Méndez Cepeda, quien encabezó la estructura juvenil durante la campaña electoral de Américo Villarreal Anaya a la gubernatura del estado.

Ella cumpliría con el requisito de ser una cara nueva y fresca, pero carece de la experiencia política para construir lo más parecido a un partido político en una nueva etapa: un movimiento que a partir del próximo primero de octubre será gobierno por vez primera en Tamaulipas.

Aunque seguramente formará parte del comité estatal de Morena, su juventud es un factor que pesa en contra de la posibilidad de que presida el partido.

Mónica Villarreal Anaya es otro nombre que suena con insistencia en los círculos guindas de la 4T tamaulipeca. No obstante, el hecho de ser hermana del gobernador electo la coloca en una posición que sería cuestionada desde distintos frentes.

Al respecto, un tema siempre tocará a la puerta: el sexenio cabecista que está a punto de concluir se caracterizó por el intento de heredar el poder al hermano consentido, un intento finalmente fallido ante la irrupción ciudadana en las urnas en los procesos electorales de 2018 y 2021. Eso nunca lo deberá olvidar el gobernador entrante.

Olga Sosa Ruiz, propietaria de un departamento 'fifí' a la orilla de la Playa de Miramar de Ciudad Madero, se muere de ganas por ser presidenta de Morena en Tamaulipas... pero no lo será por más votos que quiera presumir como consejera estatal. Tampoco será candidata morenista a la alcaldía de Tampico en 2024.

Hay quienes llegan a manejar el nombre de Carmen Lilia Canturosas, sin embargo es improbable que quiera dejar la alcaldía de Nuevo Laredo que tanto trabajo le costó ganar a cambio de la dirigencia estatal del partido de la 4T.

Por tanto, se reitera: nadie está perfilada para ocupar la silla de la presidencia del Movimiento de Regeneración Nacional en Tamaulipas. Se busca mujer para presidir y administrar -sí, administrar- Morena.

Incluso, un factor de último momento juega a favor de los altos mandos para tomar la decisión: la asamblea del nuevo Consejo Estatal de Morena, en donde se elegirá a la presidenta del partido, se pospuso una semana y se realizará hasta el sábado 13 de agosto.

De esa forma, habrá unos días más para que los nombres y los perfiles femeninos sean analizados con calma para encontrar la figura que conjunte los requisitos que se desean para construir y operar la nueva etapa del partido/movimiento.

En esta nueva fase, prácticamente se construirá Morena desde cero. El anterior comité estatal nunca operó como tal y siempre fue terreno de sórdidas disputas e intrigas de vecindad. Su dirigente, en una actitud indignante y aberrante, el profesor Enrique Torres Mendoza era un vil empleado de la Secretaría General de Gobierno de 'los vientos del cambio'.

Más allá del intento de edificar un partido en el territorio tamaulipeco, con un comité y un consejo estatales, que acompañen las decisiones y las políticas del primer gobierno de extracción morenista, algo que siempre permanecerá en el ambiente político es que Morena se sintetiza en un solo nombre, Andrés Manuel López Obrador.

Lo demás es parte de la escenografía, la dirigencia que sea, estatal o nacional, lo que debe verse y mostrarse para dar la idea de la existencia de un partido que, en realidad, nunca lo será del todo, porque, precisamente, el propio presidente de la república conoce el nombre real del juego, la forma y el fondo del movimiento: Morena es él; sin él, Morena no existe; sin él, Morena es nada.

Tan es así que Andrés Manuel López Obrador es Morena que, tal como pintan las cosas, tiene el as para que Morena gane no solo el Estado de México en 2023, sino la presidencia de la república en 2024: meter a la cárcel a Enrique Peña Nieto.

Lo que nunca ha sucedido en nuestro país, ver tras las rejas a un expresidente, podríamos verlo en los meses por venir, conforme se aproximen las contiendas por las gubernaturas del Estado de México y Coahuila y, sobre todo, la guerra por la silla presidencial.

Si la Fiscalía General de la República detuviera a Enrique Peña Nieto los bonos del presidente Andrés Manuel López Obrador se irían a las nubes justo en el tramo final de su sexenio, cuando debe tomar la decisión de elegir a su sucesor o sucesora... y que todo indica que será (por lo observado el pasado fin de semana durante la elección de los consejeros estatales y nacionales de Morena) sucesora... una mujer de nombre Claudia y de apellido Sheinbaum.

Profundo conocedor del juego político, el presidente López Obrador maneja, hasta el momento, cada una de sus cartas con destreza.

No obstante, como sucede en el béisbol, el juego no acaba hasta que cae el último out en la novena entrada.

A su reunión realizada a finales de julio con el secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O, el gobernador electo de Tamaulipas, Américo Villarreal Anaya, asistió con uno de sus asesores, el doctor Jesús Lavín, perfilado para ocupar la Secretaría de Finanzas del primer gobierno de la Cuarta Transformación en Tamaulipas.

En ese encuentro también estuvo presente la diputada federal, la matamorense Adriana Lozano, amplia conocedora del tema hacendario.