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Salvador Pérez fue un niño muy pobre

Coral Gables, Florida (VIP WIRE). La historia de Salvador Pérez en el beisbol es extraordinaria, deslumbra. Y lo de su vida privada es un ejemplo del éxito, de cómo puede cambiar para bien la vida de toda una familia.

La señora Yilda Díaz, su madre, tenía que cocinar y salir, ella misma, por las calles de Valencia para vender su comida, a real o a bolívar el plato, para mantener a su hijito, abandonado por el padre cuando cumplió cuatro años.

Salvador Pérez fue un niño muy pobre

Madre e hijo fueron recogidos por la abuela de Salvador, Carmen de Díaz, porque no tenían dónde vivir.

Y cuando los Royals le dieron por firmar, el bono de 65 mil dólares, le entregó el cheque a su madre y le dijo...:

"Todo lo que deseo es que compres una buena casa para mi abuela y para tí.

Ahora, el mejor receptor de las dos Ligas Grandes, a los 31 años de edad, podría comprar más de una cuadra de casas valencianas, para su abuela, su madre y los vecinos amigos.

"Salvy", como lo llaman sus compañeros de equipo, en los Royals, ha cobrado, desde 2012, honorarios por 59 millones 500 mil dólares y está firmado hasta 2026, por otros 93 millones.

El primer escándalo por las hazañas de este valenciano en Grandes Ligas, surgió cuando en 2015, fue elegido Más Valioso de la Serie Mundial que les ganaron a los Mets. Había bateado para 364 e impulsado las dos carreras más importantes de los cinco juegos.

El mánager de los Royals, Mike Matheny, es el primer admirador del venezolano. Ayer dijo para esta columna, desde Minneápolis, donde están jugando...:

"También fui receptor, durante 14 temporadas y con cuatro equipos. Es la posición más estresante, por lo que es admirable que ´Salvy´ sea la clase de bateador que es y a la vez estelar tras el home. No han sido muchos los catchers bateadores insignes, Yogi Berra, Johnny Bench, Carlton Fisk y quizá dos o tres más. ´Salvy´ ya está en ese reducido grupo".

Salvador ha tenido que superar situaciones difíciles. El primero de marzo de 2019, se lesionó el codo derecho y fue sometido a la Tommy John, por lo que estuvo fuera de juego durante más de un año.

Comenzó en la pelota de niño, cuando la señora Yilda lo inscribió en una escuela de beisbol, para que por las tardes, después de las clases de primaria, ella pudiera cocinar sin tener que atenderlo.

Salvador tenía habilidades especiales, por lo que lo utilizaban como lanzador y como shortstop.

Gracias a la vida que me ha dado tanto, incluso un lector como tú.

jbeisbol5@aol.com

@juanvene5