Columnas -

¿Quién decide quién vive o muere?

  • Por: MSGR. JUAN NICOLAU
  • 25 ABRIL 2022
  • COMPARTIR
¿Quién decide quién vive o muere?

Hay decenas de temas en los que las personas polarizan con el solo hecho de mencionarlos. La vida o la muerte es uno de ellos. Específicamente cuando se aborda el tema del derecho a la vida, el aborto o la eutanasia. 

¿Quién decide quién vive o muere?

En Texas se han aprobado una serie de restricciones que limitan la práctica del aborto, al poner ciertos requisitos y requerimientos que las clínicas de abortos deben cumplir si quieren seguir en funcionamiento.

Lo cierto es que, con leyes o sin ellas, nunca nos pondremos de acuerdo en como proceder en situaciones tan definitivas. Hay quienes piensan que la mujer tiene derecho a decidir que hacer con su cuerpo y que la ley debe proteger su inte-gridad e incluso facilitar el ejercer este derecho, pero ¿quién protege al ser que crece en su vientre?

Las voces de las personas que se reúnen en las manifestaciones Provida, tratan de hablar por esos seres inocentes, sin embargo, no se puede obligar a nadie a hacer algo en contra de su voluntad. El libre albedrio que nos concedió Dios se aplica tanto al elegir hacerlo de todos los países.

Una mención honorífica en cuanto al traer hijos al mundo se la llevan los hispanos en nuestro país porque es el grupo étnico que reporta más hijos por familia según los datos del último censo. 

Así como también se reporta que hay países preocupados porque sus poblaciones tienden a reducirse, pues nacen menos seres de aquellos que mueren, lo cual implica una implosión demográfica que tarde o temprano tendrá consecuencias económicas pues no habrá suficientes personas productivas pagando impuestos para sostener los beneficios de aquellos que se han retirado y que dependen enteramente de sus pensiones para subsistir.

Es difícil tener una visión global al futuro cuando los problemas del presente pueden abrumarnos y nublar nuestro entendimiento, ya que uno de los argumentos de los que apoyan el derecho a terminar la vida es que esos seres al nacer enfrentarán situaciones de pobreza al depender de jóvenes carentes de medios para sacarlos adelante, o simplemente no son deseados por quienes los concibieron, y terminarán engrosando los cientos de miles que están en manos del estado como adoptables y que cumplen la mayoría de edad sin tener una familia a la cual pertenecer.

Si todos aquellos que se oponen vehemente al aborto y aquellos que opinan que no todos tienen el mismo derecho a la vida que ellos tuvieron, pudieran ser padres temporales o adoptivos de al menos una criatura que se encuentra huérfano y necesitado de una familia, podrían predicar con el ejemplo y solucionar muchos de los problemas que existen. 

Además de hacer el bien tanto de manera individual a aquel pequeño que salvaron de la orfandad, como un bien a un futuro de todos en la sociedad.

Vive un día a la vez! ... ignite the moment!...

Y recuerda que Dios te ama y yo también. 

Msgr. Juan Nicolau, Ph. D. STL. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Es psicoterapeuta familiar y consejero profesional con licencias.

Continúa leyendo otros autores

DEJA TU COMENTARIO