Columnas > ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA
¡Perra enfermedad!
La negación, la NO aceptación
Gracias a Dios, hoy no amanecí crudo, ni destilando alcohol hasta por los poros, no traigo ansiedad, ni lagunas mentales, recuerdo muy bien todo lo que hice ayer, hoy estoy limpio, me siento libre y motivado a escribir mi artículo semanal como lo he hecho en 19 año, semana a semana. He escrito cerca de mil columnas De adicto a ADICTO, espero que esta sea de utilidad. Gracias por leerme.- A mí me costó mucho trabajo aceptarme como alcohólico, no iba satisfecho ni convencido a las juntas de los Alcohólicos Anónimos y menos cuando me subía a la tribuna y me presentaba. - Hola buenas noches, soy Ernesto, alcohólico. - Como en todo, tuve que vivir mi propia experiencia y sufrir misa propias consecuencias. En mi negación, fui de turista a los grupos de AA, por supuesto que no me quede, muy a pesar de que mi vida por mi consumo diario de alcohol y cocaína, era prácticamente un verdadero desastre, ya te la sabes, depresión permanente y crónica, sentimientos encontrados, frustración y un intenso dolor del alma, comandado por la soledad, llegue a Oceánica más por una promesa que le hice a mi esposa, que por convencimiento y bajo mis propias condiciones, acepte el tratamiento de 35 días, pero no me derrote. Ni me acepte, no me rendí ante el alcohol y las drogas, ni por enterado de mi enfermedad que es mental, física, emocional y espiritual, nunca supe del cumulo de defectos de carácter, ni de mis nefasto apegos, mucho menos de mis temperamentos, desconocía los rasgos de mi personalidad, igual, de mis patrones de conducta, pensé por muchos años que solo tenía un problema por mi manera de beber y por consumir drogas, lo que ya me había mercado con rotundos fracasos en todo los sentidos y mi vida se había tornado en un callejón sin salida, atrapado en las sustancias y conductas toxicas, siendo una vida en blanco y negro. Hoy, comprendo, que no basta con tapar la botella, mi enfermedad es profunda, es una enfermedad perversa del alma, no es un resfriado.
Él bebé eterno
Soy un ser que no quiere crecer, que le gusta que le cambien los pañales, que le resuelvan su vida, depende para todo de su esposa o de su mamá; en el trabajo depende de sus compañeros y jefe, es un ser INÚTIL, es indeciso, lo secuestra la duda, es víctima de la especulación, será o no será, lo hago o no lo hago, no sabe pedir las cosas, cuando no acepta su mujer hacer el amor, hace un drama, igual que cuando un niño se arroja al suelo y patalea en el súper porque no le compraron el balón de futbol que quería; este bebé eterno, es perezoso por naturaleza, no asume su responsabilidad ni académica ni laboral, mucho menos matrimonial, parece ser que su esposa, es su mamá, o al menos la ve de esa manera, no es pareja, es un ser distante, egocéntrico, soberbio que solo piensa en él, no cierra círculos, es hipersensible, de todo se reciente y de un piojo hace un caballero, de un mitin, hace un mitote, de un pum.- Imagínate.- Es de los que no saben guardar secretos, es chismoso, mentiroso, no logra cultivar amistades porque a todo el mundo le pone pero y ve sus defectos de carácter, son seres difíciles de tratar por su comunicación austera o nula, como bebé eterno, hago berrinches por todo y por nada, soy neurótico, violento y me enojo, la mayoría de las veces, por cosas infantiles, que no tienen la mayor importancia.- ¿Conoces a alguien así?