Morena: nomás dos sopas

La lucha por la nominación presidencial dentro del partido guinda entró ya en su etapa terminal y es la asignatura pendiente con prioridad uno dentro de la agenda obradorista, tras la jornada electoral de junio próximo en Edomex y Coahuila.

Hay dos finalistas (de hecho, siempre lo han sido) aunque ANDRÉS MANUEL haya jugado con media docena de nombres en el arranque y surjan por ahí espontáneos como GERARDO FERNÁNDEZ NOROÑA, por citar el caso más conocido.

Salvo la mejor opinión del lector, el mandatario con licencia de Tabasco y titular actual de Gobernación ADÁN AUGUSTO LÓPEZ parece más un recaudador paralelo de apoyos útiles. Canicas que en el momento preciso habrá de entregar a CLAUDIA SHEINBAUM, en calidad de ofrenda.

A eso llegó ADÁN AUGUSTO, para ello lo pusieron, además de regañar opositores (y también gobernadores) y fungir como guardaespaldas moral de su paisano el Jefe del Ejecutivo nacional.

Eventualmente, una función similar podría estar destinada para el capital político acumulado por el senador RICARDO MONREAL, con MARCELO EBRARD como depositario, pues queda claro que el zacatecano fue excluido de la puja sucesoria desde un principio.

Es un colateral, un aliado, nunca un discípulo y esto le resta atractivo a RICARDO ante un LÓPEZ OBRADOR desconfiado y receloso de lo que pueda ocurrir con su persona, su familia y su legado cuando cambien de manos las riendas de la nación.

El caso es que nomás son dos, CLAUDIA y MARCELO. Salvo algún giro inesperado del destino, la competencia se reduce a las respectivas trincheras de Cancillería y la Jefatura de Gobierno capitalina.

Lo de NOROÑA es broma macabra, por supuesto. No pasa de ahí, pero dicha fantasía tampoco es hija de la ingenuidad o la falta de cálculo.

Igual apunta al susodicho para algún premio de consolación. Ha sido dos veces diputado federal, puede aspirar a senador, acaso le acomode alguna alcaldía en la Ciudad de México.

Ya buscó ser candidato presidencial por la izquierda hace seis años, compitiendo (es un decir) nada menos que contra LÓPEZ OBRADOR. De lo perdido lo que aparezca, no le tocó silla grande pero sí una curul federal..

Muy amigo, por cierto, de ALEJANDRO ROJAS DÍAZ DURÁN, compadres, de establos cercanos ambos, NOROÑA identificado con el grupo de ALEJANDRO ENCINAS y el señor ROJAS afín al monrealismo, aunque su paso por el grupo de MANUEL CAMACHO en los años noventa lo conecta también con MARCELO.

Sabrá usted, el tiempo vuela. Hablar de las elecciones próximas es tanto como decir 55 días, si sumamos los 20 que le quedan al mes de abril, los 31 que trae mayo y los primeros cuatro días de junio. ¡Siete semanas y media!

Procesos importantes los de ambas entidades federativas cuya consumación despejará el camino y abrirá la caja de Pandora para el megaproceso que viene, el del 2024, cuando habrán de renovarse, además de la silla presidencial, los 128 escaños del senado, los 500 diputados federales, nueve gubernaturas, 31 (de 32) congresos locales, 1580 ayuntamientos y las 16 alcaldías de la capital mexicana.

En el caso concreto de Tamaulipas, lo único que no estará en juego es la gubernatura, ganada el año pasado por el doctor AMÉRICO VILLARREAL ANAYA.

Todo lo demás se renueva. La totalidad de la legislatura estatal, los 43 ayuntamientos y las dos cámaras que componen el Congreso de la Unión.

En palacio de San Lázaro nuestra entidad participa con ocho distritos, más los plurinominales, lo cual varía en base a las listas que elabore cada partido y de acuerdo también a los resultados. Chamba para muchos y muchas, arrebatinga de oportunidades.

Cuestión de hacer números, cuantos aspirantes comprende esta promoción de cargos (titulares y suplentes) a senadores, diputados federales, diputados locales, presidentes municipales, síndicos y regidores, todos y cada uno tras un lugarcito (chico, mediano, grande) en el presupuesto, la nómina.

Jamás aterrizó, por cierto (ni tampoco se observaron muchas ganas) el proyecto aquel de recortar escaños y curules al poder legislativo nacional. Con distintas variantes, todos los partidos han venido tocando el tema desde FOX, CALDERÓN y PEÑA, incluyendo el propio AMLO.

Coinciden en la necesidad de compactar las cámaras, pero difieren en la forma, el "cómo". Una propuesta mayor de MORENA fue rechazada el año pasado. Entre otras razones porque traía aparejados cambios drásticos, de difícil digestión en su conjunto y que impidieron la construcción de un consenso capaz de tragar el bocado completo.

Igual permanece inconcluso el ajuste del calendario lectivo que en las últimas dos décadas ha ido agrupando las fechas de los comicios en los tres órdenes del gobierno. Hay avances parciales, sin consumar el proyecto en su conjunto.

En el caso de Tamaulipas, la gubernatura está desfasada un año, con relación al congreso local y los ayuntamientos, ya no se renuevan juntos como fue tradición hasta 2016. También en este aspecto hay asignaturas pendientes de negociación, huérfanas de programa.

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