Columnas - Juan Pablo Becerra-Acosta

Las madres de desaparecidos y la infamia sin puntos ni comas

  • Por: JUAN PABLO BECERRA-ACOSTA
  • 05 MAYO 2024
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Las madres de desaparecidos y la infamia sin puntos ni comas

Las madres de los desaparecidos van cargando tanto dolor en sus días que no acabo de comprender cómo hacen para mantenerse de pie.

Las madres de los desaparecidos cobijan tanta pena entre pecho y espalda en sus noches que no entiendo cómo están vivas al amanecer y siguen caminando cada hora.

Las madres de los desaparecidos tienen tan rota el alma que no sé de dónde sacan fuerzas para ir a meterse una y otra vez a los infiernos de las fosas clandestinas.

Las madres de los desaparecidos están tan muertas en vida que no sé cómo conservan la serenidad cada semana para coger una varilla e insertarla en la tierra hasta que el olor a muerte les invade las fosas nasales y les cancera la razón.

Las madres de los desaparecidos han llorado tanto-tanto que me asombra que sus ojos quemados por la desolación todavía puedan mirar ecuánimemente las cenizas de restos humanos que hallan jornada tras jornada.

Las madres de los desaparecidos han proferido tantos gritos desgarradores por la impotencia que arrastran que me dejan atónito cuando escucho las voces enérgicas y decididas que salen de sus gargantas laceradas.

Las madres de los desaparecidos tienen el corazón tan roto en millones de pedazos que no asimilo cómo remiendan esas heridas para seguir buscando a sus hijos a pesar de tanta impiedad de policías fiscales voceros alcaldes gobernadores y presidentes.

Las madres de los desaparecidos se deshilachan tanto después de cada jornada de búsqueda estéril que me enmudece que horas después se remienden con un café a veces un rezo no sé para qué si Dios no hace nada y algo de pan o tortilla con huevo porque quién chingaos quiere comer señor si no sabe dónde está su hijo si vivo o muerto o torturado o decapitado o disuelto o quemado o violada su hija y luego descuartizada.

Las madres de los desaparecidos sepa cómo logran levantarse sin puntos ni comas en el alma para seguir denunciando la infamia con letras mudas que nadie quiere leer y voces insonoras que nadie escucha en los gobiernos y entonces ahí van de nuevo a buscar a sus hijos desaparecidos al territorio sicario donde ellas pueden desaparecer también como ya van varias compañeras que nos matan o desaparecen señor y aquí seguimos y andaremos hasta que ya no estemos.

Las madres de los desaparecidos han temblado de tantos miedos buscando a sus hijas e hijos bajo el sol y la luna y sin ella también que me resulta estremecedor cómo dejan de temblar en la lluvia o el frío de las búsquedas y arrecia su terquedad que es amor de mamás y les valen madres las amenazas de muerte del sicariato nacional porque ya le dije señor que yo ya no existo estoy muerta en esta pinche vida en este puto país de narcos y ahí siguen ellas desmembrando trágicamente lo que les quede de existencia desgraciada hasta que sepan qué les pasó a sus desaparecidos en este México de los cementerios clandestinos y los restos humanos anónimos y los gobiernos cómplices de capos y sicarios por sus omisiones y negligencias a la hora de la hora de su pinche santa muerte amén.

Sin puntos ni comas ni respiros como las vidas quebradas de las madres de los desaparecidos no hay más que de dos para arremeter contra esas mujeres devastadas o eres sicario monstruoso despiadado o eres un insensible político cuya estulticia es proporcional a tu carencia de piedad misericordia empatía justo como ésos que se llevaron a sus desaparecidos o sea perdón lectora lector pero para descalificar y ofender a las madres de los desaparecidos tienes que ser la misma bazofia narca que hay por aquí aunque algunos procaces dirían que eres la síntesis perfecta de la excrecencia humana.

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