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Las drogas exterminan a cualquiera

  • Por: ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA
  • 19 JULIO 2019
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Las drogas exterminan a cualquiera

LA FAMILIA ALCOHÓLICA

El adicto, el borracho empedernido, el mediocre, el mentiroso, el mal hecho, el corrupto, el mal servidor, aprende sus patrones de conducta en casa, a ese niño irreverente, ingobernable, berrinchudo, no se le enseña lo que es el respeto, no se le ponen los límites a tiempo y adquiere la soberbia de su ser.

Se convierte en el niño caime mal, capaz de golpear a su madre y hermanos, capaz de retar al padre y ser un verdadero problema de convivencia en su escuela, es fácil detectar a esos niños, que son candidatos a convertirse en drogadictos, rateros, ladrones, malos servidores públicos, porque crecen sin hábitos, ni patrones de conducta, crecen sin la más mínima noción de lo que es el respeto, esos niños, mal educados, mal comportados, son quienes portarán las amenazas de adultos y serán capaces de descargarla ante cualquiera, la mediocridad, se contagia, se hereda y se aprende en casa, se es perezoso, conformista, tramposo, indeciso, se es engañifa, carente de orden, madurez y de compromiso, un mediocre lo es de por vida, mientras no quiera cambiar sus conductas toxicas.

Por ello, no hay recuperación en el mundo de los adictos, salvo sus honrosas excepciones, un mediocre, cree que su madre siempre va a estar ahí soportando su vida ingobernable, cree que cada vez que toque un fondo, habrá de aparecer la madre rescatadora y salvarlo una vez más, mientras continuara atascándose de sustancia y tocando más y más fondos, la familia se enferma más que el adicto y es el cuento de nunca acabar,. El que nace para maceta, de corredor no pasa.- La madre o la esposa de un adicto mediocre, crece en su neurosis, se torna mecha corta, explosiva, intocable, el adicto le robo la paciencia, le robo la dignidad y tarde que temprano, se cansa y lo manda a freír espárragos, decisión tardía que debió haber asumido cuando la adicción apenas y surgió, hay adictos que son la maldición de la familia y son expertos en desmoronar el hogar, el llevarlos a la quiebra económica, simplemente porqué el adicto es un mediocre empedernido, bueno para nada, un cero a la izquierda, con quien puedes hacer un gran negocio, comprarlo en lo que vale, es decir, un cacahuate y venderlo en lo que él cree que vale, sintiéndose , el Rey de Inglaterra y ese es el sello de distinción de un adicto como yo, creerse superior a cualquiera.

EL ORIGEN DE LA ENFERMEDAD

Cosa de cinco años cuando tuve la oportunidad de tratar de ayudar a un par de jóvenes prendidos de la marihuana, recuerdo que en mi estudio nos reunimos con sus papás y estuvimos hablando de la marihuana. Por aquella época el movimiento para legalizar la marihuana era muy fuerte con argumentos que en mi opinión no tenían sentido y ahora el tiempo me da la razón. Yo afirmaba que esta droga daña severamente el cerebro, lesiona la memoria, los reflejos y mata neuronas. Afirmaba también que el consumo desmedido de marihuana engrandece la neurosis. Es decir, un marihuano mediocre se convierte en un soberbio iracundo, en un ser intocable, irritable e inestable. Uno de estos jóvenes argumentaba que si el gobierno pretendía legalizar la droga esta no era tan mala y que el consumo que él ejercía era de uso recreativo y que no era una droga y además que nadie había muerto de sobredosis de marihuana.

Me debatía sobre los fondos que yo toqué como cocainómano y él defendía que la droga no era capaz de provocar tales delirios de persecución como los que yo padecía por mi compulsión a la cocaína. Ellos siguieron tocando fondo y por supuesto que la relación con sus padres se tornó por demás tóxica.

Uno de ellos comenzó a fumar marihuana en su casa y el consumo era de una manera exagerada. Cuando sugerí al papá que lo corriera de su casa, que le cerrara las puertas, este se ofendió conmigo. Le parecía indignante sacar a su hijo de su hogar y el joven cada día se metía en más problemas como accidentes de tránsito, deserción escolar, riñas y por supuesto los pleitos neuróticos con sus hermanos y su mamá.

La marihuana le había causado una neurosis impresionante. Mientras tanto, el otro joven comenzó a perder su personalidad, a descuidarse, se llenó de tatuajes y descuidó su higiene personal. Entró en depresión y en una apatía total hacia su persona con una autoestima baja y sin ganas de hacer nada

El tiempo transcurrido me ha dado la razón. Estos dos jóvenes como muchos más, tocaron fondo y se dieron cuenta de que mi advertencia era real y fundamentada: la marihuana es una droga terrible, propia de mediocres que no tienen sentido por la vida y habrá quien o quienes el término les incomode, pero por ello la sugerencia. Habría que estudiar el significado de mediocridad.

El origen de las adicciones está en los hogares disfuncionales. Está en esas casas donde hay problemas emocionales, con padres distantes, enfermos, tóxicos o padres aislados.

Está también en la genética, porque hay que recordar que es enfermedad la que  viene de padres a hijos a través de la sangre, viene de abuelos a padres y de una generación a otra y lo más triste es que los novios que se casan desconocen los antecedentes genéticos del uno al otro.

Muchas gracias por tu atención y te recuerdo que mis libros tienen el espíritu de prevención. Más vale prevenir que lamentar. De lo contrario, vive tu propia experiencia. Tel. (614) 256-852

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