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La Voz de México en el Mundo
El mundo atraviesa una transformación acelerada en lo político y económico. Las tensiones entre Estados Unidos y China han creado un entorno de competencia global que afecta a todos los países. En este contexto, México ocupa una posición estratégica: compartimos frontera con el mayor mercado del mundo, Estados Unidos, y participamos en el Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP), que conecta nuestra economía con Asia, Oceanía y América Latina. Estas condiciones nos colocan como un actor clave en el comercio internacional y nos abren una ventana única de oportunidades. Pero aprovecharlas requiere algo más: construir una narrativa que proyecte nuestro potencial, inspire confianza y refuerce nuestra presencia global.
Los países que trascienden en el entorno internacional no solo lo hacen por su economía o recursos, sino porque saben contar su historia. Estados Unidos sigue dominando con su mensaje de "seguridad y libertad", mientras que China ha cimentado su crecimiento económico en torno a una narrativa de cooperación e innovación. México también tiene una historia poderosa que contar: somos un punto estratégico que conecta los mercados de América del Norte, Asia y América Latina. El reto está en transformar estas ventajas en un mensaje claro y contundente que explique nuestro lugar en el mundo y nuestra visión hacia el futuro.
Nuestra posición dentro del T-MEC y el CPTPP nos vincula con los mercados más dinámicos del planeta. Además, la tendencia del nearshoring, que impulsa a las empresas a trasladar sus operaciones cerca de sus mercados principales, está atrayendo inversiones hacia nuestro territorio. Estas oportunidades fortalecen nuestra economía y refuerzan nuestra relevancia en las cadenas de valor globales.
Proyectar una imagen de confianza, estabilidad e innovación no es solo deseable; es esencial para consolidar estos logros y posicionar a México como un líder estratégico.
Para destacar en un entorno tan competitivo, México puede cimentar su narrativa en tres pilares esenciales:
1.- Confianza y estabilidad: Mostrar a México como un país con instituciones sólidas y gobernanza confiable, capaz de ofrecer certidumbre a inversores y aliados internacionales.
2.-Innovación y sostenibilidad: Destacar nuestra capacidad de adaptación al futuro, invirtiendo en energías renovables, tecnología y comercio responsable.
3.- Liderazgo regional: Aprovechar nuestra ubicación geográfica para ser un puente entre América del Norte y América Latina, y un mediador entre grandes potencias.
Como señaló Winston Churchill: "La verdad es innegociable. La ignorancia puede atacarla, la malicia puede ridiculizarla, pero ahí está." Esta verdad, basada en hechos y en nuestro potencial, nos otorga un lugar único en el escenario global. Si comunicamos esta realidad, podremos proyectar confianza y liderazgo en cada espacio, desde los foros internacionales hasta los mensajes en redes sociales.
México tiene frente a sí una oportunidad histórica de construir un legado. Más que un país estratégico, podemos ser recordados como un líder visionario. Porque, al final, liderar no es solo ocupar un lugar, sino inspirar al mundo con lo que representamos.