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La presión de la reforma en Tamaulipas

La sesión matutina en el Congreso del Estado "madrugó" en todos los sentidos a la oposición para avalar la reforma al Poder Judicial de la Federación. Incluso, los trabajadores del Poder Judicial Federal que buscaron ingresar temprano al recinto legislativo fracasaron en su misión; se quedaron afuera.

Uno de los argumentos del Congreso era que se buscaban evitar las manifestaciones que se vieron en otros Congresos e incluso en el Senado de la República.

La presión de la reforma en Tamaulipas

Se quebraron puertas de vidrio, de madera, una más se forzó y equipo de infraestructura de paso, sin dejar de citar los guardias heridos que la prensa nacional reportó en sus informes.

Quizás por ello en la sesión de ayer se designó, casi a puertas cerradas y en 20 minutos, a la presidenta de la mesa directiva, Úrsula Salazar, quien sacó adelante la aprobación de la reforma de Andrés Manuel López Obrador

Los diputados del PAN poco pudieron hacer, aunado a que iban llegando tarde, sus reclamos llegaron igual.

Hoy adelantaron que habrá recursos que se van a impugnar en la Suprema Corte de Justicia e incluso hasta en tribunales internacionales.

Es evidente las dos visiones que existen sobre esta reforma; una de ellas son las advertencias que se han hecho por el grave riesgo de abrir la puerta para que el Poder Ejecutivo entre a tomar decisiones al Poder Judicial.

Quienes observan este escenario y sin pasar por alto el reclamo para elegir a los jueces, magistrados y ministros de la corte, han sido testigos también de cómo los legisladores decidieron omitir los recursos de suspensión que emitieron cuatro jueces federales para detener los procedimientos y votar la reforma.

Una de las suspensiones, y la más vigente, es que no se publique en el Periódico Oficial de la Federación porque hubo otras que reclamaron frenar el procedimiento de que una comisión de legisladores votara una iniciativa para dictaminar en la legislatura anterior y que se aprobara por la actual.

Todas las suspensiones no valieron para los legisladores que aprobaron por mayoría la reforma judicial.

Sin embargo, hay otra visión de lo que ayer se presentó en el Congreso de Tamaulipas que, incluso, ha sido calificado como un voto histórico y en el que participaron los diputados Humberto  Prieto, Úrsula Patricia Salazar Mojica, Elsa Ruth Cruz Maldonado, Guillermina Magaly Deándar Robinson, Marco Antonio Gallegos Galván, Eliphael Gómez Lozano, Mauricio Alonso Hernández Gaytán, Consuelo Nayelli Lara Monroy, Gabriela Regalado Fuentes, Obiel Rodríguez Almaraz, Juan vital Román Martínez,  Marte Alejandro Ruiz Nava, Jesús Suárez Mata, Isidro Jesús Vargas Fernández, Javier Villarreal Terán  y Armando Javier Zertuche Zuani.

Visto desde Morena, todos ellos se posicionaron del lado correcto de la historia, reafirmando con su voto la  voluntad de avanzar hacia un futuro donde la justicia sea un derecho y no un privilegio.

Sin embargo, siete de los diez diputados del PAN, junto con los legisladores del PRI, Alejandra Cárdenas Castillejos y Edgar Melhem Salinas, y Gustavo Cárdenas Gutiérrez, de Movimiento Ciudadano, mantuvieron su voto en contra. Su postura refleja un apego a prácticas y estructuras del pasado que hoy se ven superadas por el deseo popular de contar con un Poder Judicial más cercano a las necesidades de la gente. Al final, el Congreso de Tamaulipas tomó una decisión histórica que marcará un antes y un después en la impartición de justicia en México: el Congreso de Tamaulipas se convirtió en el número 17 en aprobar la reforma judicial, siendo el voto clave para alcanzar la mayoría necesaria que dará vida a una transformación profunda del sistema judicial del país.

La aprobación de la reforma en Tamaulipas fue posible gracias al respaldo de los 16 diputados de la fracción de MORENA, así como de los diputados del PAN, Leticia Sánchez Guillermo y Raúl Rodrigo Pérez Luévano, y las dos diputadas sin partido, Dayana Silva Arely Aguilar y Linda Mireya González Zúñiga, concretando así los 20 votos a favor. Incluso, la diputada Nora Gómez, también del PAN, al abstenerse de votar, mostró un indicio de apertura a los beneficios de esta reforma. Esto evidencia que la propuesta del Presidente López Obrador empieza a convencer hasta a quienes inicialmente se oponían, dejando cada vez más solos a los intransigentes que aún defienden sus cotos de poder. Sin embargo, aún persisten resistencias. 

La historia se encargará de juzgar a quienes decidieron dar la espalda o el respaldo a una reforma que permitiría a las y los mexicanos acceder a una justicia pronta, expedita y libre de intereses oscuros, lo cual es el deseo de muchos.