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La mecha corta de Arturo Soto
Pues nada, que otra vez el "mecha corta" se "ganchó" por quítame estas pajas. Fue la "novedad" política del lunes, en redes.
Ya no es un chiquillo ni el "muchacho de la Azteca", pero el ex diputado capitalino Arturo Soto Alemán sigue reaccionando con la víscera, le gana su protagonismo pese a las experiencias por su adicción a las derrotas. Tres mordidas de polvo no es poca cosa como para tropezarse con la misma piedra.
Ahora se puso los guantes con el Eduardo Gattás Báez, el alcalde morenista, en lo que no pocos interpretan como el "destape" para buscar la alcaldía –por tercera ocasión- en el 2024.
Le gusta la camorra. Sin embargo un político debe ser eso, político, siempre dispuesto no confrontar y a conceder, armonizar y a procurar la aceptación ciudadana. Las reacciones violentas no le benefician ante el escenario de derrotas que arrastra.
No es con hacha de guerra en mano como le podría quitar adeptos al morenismo y a Gattás. Los votos se conquistan en armonía.
Bien sabe que una administración municipal no muere "por un periodicazo". Los periódicos y periodistas no quitamos ni ponemos funcionarios, pero ah! como influimos.
Si quiere posicionamiento y espera un efecto "bola de nieve" para el siguiente proceso, seguro que equivoca el camino. No ha querido aprender a perder en las urnas pese a su historial. El respetable no se conquista así, de lo contrario sería un ganador de 4×4.
Regresó a la capital luego de hacer fortuna en otras regiones como funcionario de Hacienda. Traía la fama de triunfador en billetes de banco; le metió lana a su primera campaña de 2013 por la alcaldía de la capital, pero la gente le dio la espalda.
Quedó en tercer lugar con 29,600 votos, abajo de Gustavo Cárdenas Gutiérrez quien cosechó 42 mil. El gran premio fue para un mesurado y ortodoxo Alejandro Etienne Llano, con 52 mil boletas a su favor.
La segunda experiencia para Don Arturo fue mejor. Estuvo a dos mil votos de ocupar el viejo Palacio del 17 Hidalgo. Lo derrotó el entonces priísta y ahora panista Oscar Almaraz.
En 2019, ya con un gobierno estatal celeste con la caja de las galletas bajo el brazo, por fin "se le hizo" un escaño local, el distrito 15, mismo que pretendió cambiar por un boleto al Congreso de la Unión representando al V distrito, algo que el que manda no le concedió por razones de grupo y equipo.
A cambio su jefe le dio el pase a la reelección, pero algo sucedió en los números alegres. La "mecha corta" de siempre le trajo detractores entre sus mismos viejos conocidos de las colonias del oriente, como Azteca y Auténticas Playas. Perdió en su barrio de la calle Chicomostoc que lo vio crece, estudiar una carrera universitaria
Hay que entender que, en los tiempos modernos, los actores ya no duermen con El Arte de la Guerra bajo la almohada sino con Los Mandamientos de un Buen Político, de Luigi Sturzo.
Tres puntos son fundamentales: "No te rodees de aduladores. No te creas indispensable, no te desesperes, haz todos los días un examen de conciencia".
La tercer derrota para Arturo fue la reelección. Con diferencia de tres mil 500 votos se la quitó un desconocido profesor secundarista, devoto de López Obrador, que ni campaña hizo.
Como premio de consolación su jefe le entregó una subsecretaría, que también perdió por las mismas razones.
Falta tiempo pero Soto no goza de la mejor fama como para conseguir la candidatura celeste-roja del 2024. El estilo pandilleril no le cae bien al respetable.
Se recuerda muy bien que, antes de los comicios del 2021, se "ganchó" por un video en que una ama de casa quitó la lona panista de su domicilio, donde días atrás el candidato (que luego perdió) le había regalado un tinaco de 1,200 litros para almacenar agua.
Como dice Sturzo en su decálogo, "la adulación le hace mal al alma, excita la vanidad y altera la visión de la realidad". Con apoyo desde Palacio de Gobierno, se creía invencible
Exito para la plata sí ha tenido.
Se le recuerda que en 2012 regresó a la capital como el hijo pródigo, con mucha lana en la chequera y dispuesto a ganar la presidencia de la capital. Había trabajado en Hacienda, en Aduanas, usted sabe.
Ahora es un cadáver político. Su actuación en la Subsecretaría de Ingresos del Gobierno no fue la mejor, ni como diputado. De lo contrario lo tendríamos repitiendo en la 65 legislatura.
La gente de la capital le negó dos oportunidades de llegar al edificio de la avenida Francisco I. Madero. El repudió se reflejó en las urnas ¿va por el tercero?.
Hablando de efectos al calor de las campañas políticas, la Sala Regional Especializada del TRIFE –pocas veces lleva casos de Tamaulipas- tiene a su cargo expediente en contra del los diputados Carlos Fernández Altamirano, Félix Fernando García Aguiar, Imelda Sanmiguel Sánchez y Liliana Alvarez Lara por subir propaganda electoral en periodo de veda.
Veremos qué pasa. Ahí no se dan chanclazos como en el IETAM y el INE.
Ahora una noticia que distingue a Tamaulipas: El paisano Homero García de la Llata fue nombrado dirigente nacional de los ganaderos. Hace 30 años otros tamaulipeco, Gustavo Torres Flores, accedía al mismo encargo donde permaneció varios periodos.