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Derrota de la matriarca

En enero del 2014 escribía en redes: "Con la ayuda de Dios, de mi familia y de ustedes mis amigos, voy a salir adelante y volveré a caminar, bailar y cantar". Ocho años después no se sabe con precisión si volvió a bailar y cantar. No lo ha dicho.

Maki Ortiz Domínguez había sufrido un infarto cerebral, que se sumó a su padecimiento de cáncer como ella misma lo recordó. Era integrante del Senado por decisión de sus amigos Felipe Calderón y Margarita Zavala. Con ellos le fue bien.

Derrota de la matriarca

En el PAN, en ese sexenio, hizo una carrera vertiginosa: Subsecretaria de Integración y Desarrollo de la Secretaría de Salud, diputada federal, senadora y alcaldesa de Reynosa, pueblo donde es avecindada. Más antes, en 2001-2003 regidora local.

Pues bien, la carrera política de la mujerona de Chihuahua ha terminado. Y no le fue mal, según la riqueza económica que los medios han propalado.

Quiso ser gobernadora por las siglas celestes en que militó por toda una generación, pero, al ver perdida su oportunidad por enemistarse con Francisco Javier García, quiso dar el gran salto de malabarista –aun con su quebrantada salud- y le falló el tiro.

Se encaramó en el tren de Morena para tratar de seguir con la suerte. Le consiguió la alcaldía a su cachorro y pedía para ella la gubernatura (que las encuestas dicen que alcanzará Morena). Era demasiado.

Sin hacer cola pretendió recibir la bendición de Palacio Nacional para decidir los destinos de los tamaulipecos. Como quien dice, pidió raid con los guindos, al volcarse su camión, y arrebatar el volante.

Los sueños de despachar en la esquina del poder terminaron así, en nada. Hizo una precampaña –de turista- por los rincones de Tamaulipas presentándose como la opción femenina y el "tiempo de las mujeres".

Ni lo uno ni lo otro. Morena designó mujeres en tres de las seis entidades, lo que causó su rabieta y presentación de recursos ante tribunales. No le valieron.

Después de largos meses de pelearle a Américo Villarreal la candidatura al gobierno del Estado por Morena y socios, este miércoles el Tribunal Electoral le dio "garrote" en última instancia.

El próximo 23 de septiembre cumplirá los primeros 60 añitos. En un sexenio tendrá seis más que, en lo físico, le impedirían ir a territorio a pelear votos ¿por cuál partido?. Bien dicen que, el que traiciona una vez traiciona dos.

En su último mensaje, luego de la sentencia del tribunal, a las 12:00 horas, la señora dijo que no se fue en contra de personas –dando a entender que no contra Américo-, sino de la institución, o sea del partido, del procedimiento, que para el caso es lo mismo.

La verdad es que, según los expedientes, quería arrebatar la posición. Incluso argumentó la alternancia en el poder, ser la primera Gobernadora de Tamaulipas luego de puros varones.

Primero felicitó a Américo luego de su nominación como precandidato, pero al día siguiente se fue con todo contra el proceso de selección.

Último expediente. El 13 de abril se inconformó contra la sentencia del TRIELTAM que confirmó resolución emitida por la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena, por haber designado candidato único al victorense.

Bien o mal, Maki Ortiz queda para la historia. Desde Chihuahua vino a conquistar tierras lejanas y lo logró. Ahora mismo ejerce cacicazgo matriarcal en la fronteriza que administró.

Para los historiadores quedará entre las mujeres que más han alcanzado espacios de poder, aunque abajo de Laura Alicia Garza Galindo, por ejemplo, quien disfrutó por dos ocasiones escaño en el Senado y otro tanto en la Cámara Baja, llegó a secretaria General de Gobierno y amén de otros desempeños en la estructura federal.

Muy cerca también de Amira Gómez Tueme, dos veces diputada local y líder del Congreso; diputada federal y senadora, gerente de Comapa Reynosa y otras chambas por ahí.

Pues bien, la historia terminó. Solo habría que estar pendientes del destino del cachorro Carlitos. Con ella detrás del poder, seguro que en el 2024 peleará la reelección en el ayuntamiento fronterizo ¿se lo concederá Morena? Es tiempo que no se define a quién va a poyar por la gubernatura, si a su querido PAN o al partido que le dio cobijo. Con uno quedaría mal.

No puede servir a dos amos o viajar en dos trenes al mismo tiempo. Le quedan unos cuantos días para buscar su suerte. Después de las elecciones del cinco de junio no la necesitarán ni Américo ni César Augusto, pierdan o ganen.

Y en el tema del debate, no sabemos quien pudiera tener ventaja por la posición de sus intervenciones: César Verástegui primero; Arturo Díez en segundo y Américo Villarreal en el último. En ese orden.