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La limpia del Poder Judicial
A estas alturas, no es novedad que el ex gobernador Eugenio Hernández
A estas alturas, no es novedad que el ex gobernador Eugenio Hernández, pueda recuperar su libertad el próximo martes, una vez que libre un último proceso local y se le retire la prisión preventiva justificada.
Lo que puede ser novedad, serán las acciones legales que el equipo legal del ex mandatario pueda iniciar en contra de funcionarios del poder judicial, magistrados del Supremo Tribunal de Justicia y fiscales y todos aquellos que se involucraron en la fabricación de pruebas para encarcelar a Geño.
Por ejemplo, el actual Magistrado del Supremo Tribunal de Justicia Javier Castro Ormachea, fue el principal autor de fabricar los delitos por los cuales ha pasado poco más de cinco años en la cárcel el ex mandatario.
Quién metió a la cárcel a Eugenio Hernández Flores fue el entonces Fiscal Anticorrupción Javier Castro Ormachea y no solo los abogados del ex mandatario deben de actuar en contra del Magistrado, lo deben hacer los diputados locales o el mismo Gobierno.
Hoy, al paso del tiempo, se observa con mayor claridad, la fabricación de los delitos, porque los jueces federales que otorgaron los amparos a Eugenio Hernández, demostraron que no había delito que perseguir.
Castro Ormachea, actuó de tal manera -por órdenes de su jefe Francisco García Cabeza de Vaca- que en el 2017 cuando encarceló a Eugenio, pedía con insistencia a la entonces PGR, particularmente a la Subprocuraduría Jurídica de Asuntos Internacionales, para que se confirmará si existía una ficha rojo en contra del detenido.
El Magistrado, siempre buscó robustecer los actos ilegales contra Geño, pero con un hambre de poder que hasta no lo puede ocultar.
Javier Castro Ormachea, ahora con el fuero que le da su cargo, puede evitar actos judiciales pero no impedir que se le denuncie; pude enfrentar un proceso de juicio político y los diputados en Tamaulipas no deben dejar pasar esta acción.
Incluso, hay que recordar que la esposa del Magistrado fue funcionaria de la Secretaría de Sebien y el conflicto de interés existió, pero ya se podrá abundar más adelante.
Si de por sí el Poder Judicial en Tamaulipas está muy señalado, los actos que al interior hace Castro Ormachea, están haciendo que se desestabilice más el sistema.
Eso de estar grillando y tener una postura de superioridad frente al Presidente David Cerda, definitivamente marca un acto desesperado y absurdo, como pensando que puede ser el próximo Presidente del Poder Judicial.
Aún más, si hay alguien en el poder judicial que cuidan y respetan tanto Cabeza de Vaca como Cesar Verastegui, es a la magistrada Gloria Garza y hoy por hoy, Castro Ormachea se está encargando de poner muchas piedras en el camino a la Magistrada.
Tanto David como Gloria, son muy admirados por quienes mantienen el control político del PAN en Tamaulipas y una acción de Castro Ormachea, se puede ver como traición.
Ali baba
Claro que a pesar de lo anterior, no se libra el poder judicial completo de todas las atrocidades que han hecho.
Aunque parezca mentira el poder judicial del Estado está convertido en la Cueva dr Ali Baba y los 40 ladrones.
¿Cómo?, se preguntarán sorprendidos muchos que creen que en el poder judicial, lo único que se hace es administrar la justicia, como lo marca la ley.
Pues no, Horacio Ortiz Renan, ex titular y el actual de apellido Cerda, se convirtieron en jueces de horca y cuchillo con el fin de robar, extorsionar y torcer la Ley a más no poder.
Los magistrados como Cerda, Javier Castro, Omheira López, y otros de negro historial, han convertido ese poder en un gran mercado donde la ley se vende al mejor postor.
El gobernador Américo Villarreal Anaya, hizo un compromiso ante los tamaulipecos cuando estuvo en campaña y lo ratificó durante su toma de posesión, que rescataría las instituciones y las pondría al servicio de la sociedad, y creemos que es necesario que ya se empiece a meter orden en esto.
No pueden seguir como magistrados y jueces personas sin ética ni valores como los arriba citados. En esa dirección están los fiscales como Raúl Ramirez y el mismo Irving Barrios, que públicamente están señalados como gente deshonesta que usaron la ley para saciar venganzas y cumplir vendettas políticas.
La limpia en los poderes judiciales no debe tardar más.