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La ficha de un ´honorable´ exalcalde
Vaya incidente que se dio este jueves en el interior del edificio de Presidencia Municipal en Victoria, cuando un elemento de la Fiscalía de Justicia del Estado fue desarmado por guardias de la ayudantía del alcalde Lalo Gattás.
Era un par de elementos ¿qué hacían ahí sin identificarse? Se interpreta como hostigamiento en contra de la primera autoridad, al enviar agentes encubiertos, armados y sin algún ordenamiento, como quien dice, clandestinos.
Los inquilinos del 17 Hidalgo tienen más preguntas ¿quién los mandó? ¿habían estado ahí otras veces? ¿qué persiguen? ¿hacían trabajo sucio? Todo se puede esperar en periodo de elecciones y ante la popularidad del edil.
Fueron entregados a la Policía Estatal, llamada para intervenir.
Asunto aparte, dicen que en política para tener la lengua larga hay que tener la cola muy corta porque se la pisan.
Es el caso de Jorge Mario Sosa Pohl, gerente estatal operador del PRD, "voz inmaculada" que hoy vocifera, demanda y exige investigaciones en contra de sus enemigos políticos. Quiere "bote" para aquellos los que no piensan como él.
Representa a los amarillos ante el IETAM y es el autor de media decena de recursos legales en el proceso electoral en marcha.
Engaña. Se presenta como adalid de la honestidad y la justicia, cuando él mismo viene del penal. Fue "cliente distinguido" del palacio negro de Andonegui, en Tampico, a partir del 19 de abril del 2002. Reportó obras inexistentes por nueve millones de pesillos.
Hizo en Madero la peor administración de que se tenga memoria, la más centavera, la de borracheras diarias de sus funcionarios.
Fue detenido junto con el ex síndico Luciano Vázquez Palomo y el ex tesorero Miguel Hernández López. Venían de la administración 1996-98 con irregularidades en las cuentas públicas.
Según la indagatoria, habían falsificado facturas por obras públicas fantasmas a nombre de Aureliano de la Garza y José Armando Mireles Garza, quienes negaron haberlas expedido al ayuntamiento.
Las acusaciones: Falsificación de documentos, peculado, uso indebido de atribuciones y facultades, en la cuenta ejercicio 1997.
Desde que Sosa y amigos se instalaron en el ayuntamiento, la voz popular no los bajó de borrachos y corruptos. Las fiestas etílicas se prolongaban por las calles –abordo de vehículos- hasta en horas de la madrugada, con los cuates y mujeres "de la vida".
Según las denuncias, el dos de mayo de 1996 se corría una tremenda parranda en una camioneta suburban último modelo, que acababa de sacar de la agencia, pagada por el municipio, para uso personal.
Con él viajaba su amigo Antonio Braña Carranza, en ese tiempo presidente del PRI en Tampico, quien luego ingresaría a las filas perredistas.
También otro amigo y colaborador, Jesús González Limas y tres chicas del "table dance". Como siempre, al volante el presidente de Madero.
Era tanta la borrachera que se cargaba, que de El Ruso se ensartó contra un camión de volteo estacionado en la calle Benito Juárez, colonia Nuevo Progreso.
Según el chofer del materialista, que salió de su domicilio para saber qué pasaba, en el choque resultaron lesionadas dos de las muchachas que quedaron internadas en el hospital de Tampico.
Como era de esperarse, el perito de Tránsito, Alfonso Chávez, ocultó los hechos en su reporte. Eran disposiciones del alcalde jaibo, panista, Diego Alonso Hinojosa.
Más francachelas. El perredista siguió con sus parrandas diarias en horas de la madrugada. Fue acusado de atropellar y matar con su vehículo a una mujer a la que solo se identificó como Elisa "N", y que habría ido a parar a la fosa común. Nadie reclamó el cuerpo, ni pidió justicia.
Los hechos habrían ocurrido a las cuatro y media de la mañana frente a la Refinería Madero, cuando Sosa y sus amigotes, también con mujeres, seguían la borrachera.
Era la misma camioneta suburban del municipio, en la cual huyó y los datos fueron negados a la prensa.
Este incidente se dio el 17 de junio del mismo año 1996, y el crimen quedó impune. La desconocida fue trasladada con lesiones graves al Hospital General, donde falleció 10 días después.
Más que obras y servicios, en el tiempo en que fue alcalde, Sosa se dedicó a escandalizar en estado de ebriedad y a agredir a los ciudadanos. Era el estilo petrolero del sur.
Versiones adicionales hablan de otra víctima en hechos que se registraron por la carretera a Tampico, tramo Victoria-Llera, en que también atropelló a una persona, pero huyó del lugar.
Por estos presuntos delitos El Ruso nunca fue acusado formalmente. Logró evadirlos, aunque no el repudio popular de la urbe petrolera. Ya nunca apareció en las boletas electorales. Perteneció a la 57 legislatura por la vía de "becario".
Es un resumen del kárdex del moralista del PRD, lo que llegó a la voz pública y se difundió en medios masivos. Si gana la alianza Va por Tamaulipas está puesto a asumir una secretaría del gabinete estatal, aunque sea la cartera de Turismo o del Trabajo... De perdido.