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LA FAMILIA, LA BASE DE LA SOCIEDAD

  • Por: MSGR. JUAN NICOLAU
  • 06 OCTUBRE 2020
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LA FAMILIA, LA BASE DE LA SOCIEDAD

La situación ideal para la crianza de los hijos es con papá y mamá cooperando para formar a una familia sólida, sin embargo esto ha cambiado en la actualidad. Por diversas razones hay hogares donde solo se cuenta con la madre, y depende de ella que sus hijos se eduquen y además tengan una imagen de ese padre ausente. 

Si los hijos tienen la dicha de tener como madre a una mujer inteligente que comprende la importancia y lo valioso que es para sus hijos el tener una imagen positiva del padre, aun cuando en muchas ocasiones la realidad sea diferente. 

Ellos crecerán con la ilusión de haber sido deseados y amados por su padre ausente, un valor elemental para desarrollar su autoestima, para que los chicos crezcan y comprendan las cosas como fueron entre sus progenitores y cuáles fueron los  motivos por lo que papá no tuvo una presencia física en su vida.

Una madre sola trabaja sin descanso por sus hijos. Su ideal es que ese trabajo le ayude a proveer y cubrir las necesidades de sus hijos. Esto incluye vivienda, comida, vestido, calzado, es decir todas las necesidades básicas. Una buena madre utiliza cada momento de su vida para estar cerca de sus hijos, para irse de compras con ellos, para llevarlos al cine, o para acompañarlos a sus prácticas deportivas, ella sabe que solo si se involucra  en las actividades de sus hijos aprenderá como piensan y sienten, y lo más importante es que ellos aprenderán a comunicarse con su mamá cuando enfrentan algún problema o dificultad.

Las madres se sienten responsables por las acciones de sus hijos, se sienten responsable de las buenas y malas decisiones de sus hijos, pues los ven como un reflejo de su propio actuar. 

Cuando uno de sus retoños, voluntaria o involuntariamente se ve en problemas, la madre siente que ha fallado doblemente, o porque tal vez le faltó mano dura para disciplinar a ese hijo o le falto cariño por estar tan ocupada en su trabajo. 

Los sentimientos de culpa siempre acompañan a las madres que trabajan, pero deben aprender a superarlos pues muchas veces tratan de compensar esa culpa mimando en exceso a los niños, lo cual no es muy bueno pues no les da a las herramientas para madurar y apreciar todo lo que mamá hace por ellos. Ojalá que todos los hijos aprovechen no solo el día de las madres si todos los días para abrazar y valorar a mamá, ella lo merece, pues no solo los llevó en su vientre durante nueve meses, los cuidó y educó para ser hombres y mujeres de bien. 

A todas las mujeres que toman la decisión de hacerse responsables del cuidado y educación de sus hijos hay que agradecerles siempre. 

Vive un día a la vez! ... ignite the moment!...Y recuerda que Dios te ama y yo también.

Monseñor Juan Nicolau, Ph.D. STL, sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Psicoterapeuta familiar y consejero profesional con licencias.

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