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La familia como núcleo vital de la sociedad
La familia es una realidad social. Alrededor de la alianza varón y mujer, e hijos, existe una gran variedad de valores, usos, costumbres, normas y leyes que la configuran no sólo como un grupo social característico, sino como una institución social fundamental
La familia es una realidad social. Alrededor de la alianza varón y mujer, e hijos, existe una gran variedad de valores, usos, costumbres, normas y leyes que la configuran no sólo como un grupo social característico, sino como una institución social fundamental.
En las enseñanzas de la Iglesia se explicita qué define la verdadera institución matrimonial y familiar. De modo breve, pero muy claro, el Magisterio enseña que «según el designio de Dios, el matrimonio es el fundamento de la comunidad más amplia que es la familia, ya que la institución misma del matrimonio y el amor conyugal están ordenados a la procreación y educación de la familia.
Los preceptos de la iglesia son claros, el marco ideal para la crianza de los hijos son papá y mamá cooperando en para formar y una familia sólida, sin embargo la realidad en el mundo actual se aleja mucho de los preceptos cristianos. Hay razones para la existencia de hogares donde solo uno de los progenitores encabeza el núcleo familiar. Las familias monoparentales.
Si los hijos tienen la dicha de tener como madre a una mujer inteligente que comprende la importancia que los vástagos tenga una imagen positiva del padre ausente, se desarrollarán y crecerán con una fuerte autoestima y sin rencores.
Básicamente ser una madre sola es difícil, ppero no lo es más que simplemente ser madre. La familia se puede unir y convertirse en una unidad sólida, depende de la fortaleza y la union de la madre y los hijos.
En la Carta de los derechos de la familia de la Santa Sede, se resumen estas y otras enseñanzas con palabras muy precisas: "La familia está fundada sobre el matrimonio, esa unión íntima de vida, complemento entre un hombre y una mujer, que está constituida por el vínculo indisoluble del matrimonio, libremente contraído, públicamente aceptado, y que está abierta a la transmisión de la vida" (CDF Preámbulo B).
Las denominadas "uniones libres" no corresponden al plan de Dios sobre el amor humano y son contrarias a la dignidad personal que exige considerar al cónyuge como una persona a quien se debe un amor total, fiel y exclusivo hasta la muerte. El verdadero amor supera en mucho la mera inclinación erótica que, cultivada de modo egoísta, se desvanece rápida y lamentablemente.
Pero también es cierto que es hora de respetar a la familia como una institución natural y dejar a un lado los criterios modernos que deforman totalmente el verdadero significado de ella.
Ojalá que todos los hijos, aquellos que aún la tienen, aprovechen cada día para abrazarla y mimar a mamá, ella lo mereces, pues no solo nos llevaron en su vientre durante nueve meses, además nos cuidaron y educaron para ser hombres y mujeres de bien.
A todas las mujeres que tomaron la decisión de hacerse responsables del cuidado y educación de sus hijos hay que darles gracias siempre.
Vive un día a la vez! ... ignite the moment!...Y recuerda que Dios te ama y yo también.
Msgr. Juan Nicolau, Ph. D. STL. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Es psicoterapeuta familiar y consejero profesional con licencias.