Columnas > EL MENSAJE EN LA BOTELLA
H.O.M.B.R.E.
Se celebró hace algunas semanas el “día internacional del hombre”.
Ese día, me dio un poco de pena ajena ver que algunas mujeres ponían en las redes algunos comentarios como: feliz día del “te juro, mi amor, que eres la única”. O feliz día del “te prometo que mi amor es para siempre”. Y otras expresiones similares, en una clara alusión sarcástica a las promesas huecas que desafortunadamente muchas veces reciben de mis congéneres.
Es de sobra conocido el caso de hombres que, una vez que obtienen lo que quieren de las mujeres o se hartan de ellas, desaparecen de su vida, y aquellas cosas que prometieron mientras la emoción les duraba, simplemente se las pasan por el arco del triunfo, dejando incluso familias desamparadas por correr tras otras faldas.
Ante situaciones así, es maravillosa la capacidad que las mujeres tienen para salir adelante. Hace poco, una jovencita que conozco publicó lo siguiente (lo comparto con su autorización):
Mira, papá.
“Mira, papá, cómo crecí sin ti. Mira cómo me cuida mi mamá.
Mira, papá, ya sé caminar, mi mamá cuidó de mí siempre para no caerme, y si caía, me ayudaba a levantarme.
¿Sabes, papá? A veces no duermo de noche, mi mamá se desvela a mi lado, mientras usted duerme tranquilo sin ninguna preocupación por mí.
¿Sabías, papá? Mi mamá dejó de comprarse lo más indispensable para poder vestirme, alimentarme y comprarme algún juguete.
¿Sabes, papá? cuando sea grande prometo proteger a mi mamá de gente como usted y darle todo el amor, paciencia y cariño que ella me da estando sola.
Papá, lo único lindo que usted hizo por mí fue darme la madre que tengo, es luchadora y cada día hace hasta lo imposible para hacerme feliz.
Gracias a Dios no te necesitamos, aunque me hubiese gustado mucho que participaras en mi vida. Y quiero que sepas que, a pesar de que a veces pasemos malos momentos, mamá siempre busca la manera de salir adelante y hacerme feliz.
Espero que estés bien, porque a pesar de todo no te guardamos rencor; es más, espero que seas feliz decidiendo que yo no sea parte de tus proyectos y de tu vida. Y si en algún momento se te ocurre pensar en mí, no te preocupes, me dejaste en muy buenas manos”.
6 atributos
Como decía, es maravillosa la capacidad que tienen las mujeres para salir adelante, pero no es justo que tenga que ser así.
Me parece que en la palabra HOMBRE se podrían encerrar una serie de atributos o cualidades que, al ponerlos en práctica, nos harían más merecedores de ese título. Serían los siguientes:
HONOR.- Me encanta el primer artículo de la ley scout: “El scout cifra su honor en ser digno de confianza”. Seamos dignos de confianza. No hagamos promesas huecas ni nos las pasemos por el arco del triunfo con tanta facilidad.
OSADÍA.- Un hombre tiene que ser osado, valiente para luchar por alcanzar metas que le permitan ofrecer lo mejor a su familia. Debe tener valor, arrojo y audacia para enfrentar y superar los obstáculos que se le presenten.
MANSEDUMBRE.- Un hombre debe saber dominar su temperamento. Cuando no lo sabe hacer, es muy fácil abusar de su fuerza física o verbal y dañar a aquellos que son más débiles y a quienes se supone debería proteger.
BIENESTAR.- Considero que la mayor prioridad de un verdadero hombre sería lograr el bienestar de todos aquellos por los que debe hacerse responsable. El buscar ese “bien estar” para los suyos, le permitirá “estar bien” consigo mismo y con su conciencia.
RESILIENCIA.- Se refiere a la capacidad de sobreponerse a las adversidades. La vida muchas veces nos va a “tumbar del caballo”, pero un verdadero hombre habrá de seguir peleando la batalla sin perder el buen ánimo, porque como dicen, “caer no es vergonzoso ni peligroso; permanecer postrado es ambas cosas”.
EXCELENCIA.- Sé excelente en todo lo que hagas, pero sobre todo, y según sea tu caso, busca ser un excelente esposo, un excelente padre, un excelente hijo, en resumen, un excelente hombre. Esa es la verdadera prueba de la hombría.
En la alborada de un nuevo año, de todo corazón invito a mis congéneres a poner en práctica estas cosas. A los que ya las practican, felicidades, síganle mejorando en lo que se pueda. Y a los que no, a ponerse las pilas. Tal vez así, la próxima vez que se celebre el día internacional del hombre, podamos hacer un papel un poquito más decoroso. Feliz año 2021 a todos los hombres y mujeres de bien. Que Dios los bendiga.