Hacia una Nueva Fiscalización en Tamaulipas
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El manejo de los recursos públicos no puede ser visto como un simple ejercicio administrativo; es la base para construir una sociedad más equitativa, justa y con mayores oportunidades.
En un entorno global donde la transparencia y la rendición de cuentas se consolidan como pilares fundamentales del desarrollo institucional, la fiscalización de dichos recursos se asume como una responsabilidad legal y un imperativo moral.
En este contexto, el manejo honesto de los recursos públicos, que son los recursos del pueblo, trasciende el mandato jurídico: es un compromiso ético, porque cada decisión financiera bien fundamentada contribuye a mejorar la vida de las personas, asegurando que los recursos lleguen a donde más se necesitan. No se trata simplemente de números en un presupuesto; cada peso invertido representa infraestructura vital, acceso a servicios esenciales y oportunidades de desarrollo humano.
En este sentido, se reconoce que la fiscalización efectiva – en la que Tamaulipas ha dado los primeros pasos- requiere de herramientas y enfoques adaptados a los desafíos actuales. Entre ellos destacan:
· Fomentar la profesionalización de los cuerpos auditores y el fortalecimiento de los controles internos como elementos clave para asegurar que las auditorías no sólo detecten irregularidades, sino que también prevengan su ocurrencia.
· La creación de auditorías modernas que se centren en el desempeño y en un enfoque preventivo, garantizando que los fondos públicos se utilicen de manera eficiente y con resultados medibles.
· Dar impulso al avance tecnológico para ampliar las posibilidades de supervisión financiera.
· Instaurar sistemas digitales y herramientas analíticas que permitan incrementar significativamente la capacidad de revisión, optimizando recursos y aumentando la precisión.
· Trasformar la fiscalización en un esfuerzo colectivo de colaboración donde las instituciones públicas tengan la responsabilidad de implementar procesos claros y accesibles, pero también la sociedad civil debe desempeñar un papel activo en la vigilancia y exigencia de transparencia. Un enfoque colaborativo asegura que las prácticas de rendición de cuentas no sean únicamente reactivas, sino que fomenten un cambio estructural en la gestión pública.
De este modo, los procesos de fiscalización pueden convertirse en un estándar de rigor y efectividad, con estrategias robustas que abonen a la construcción de la confianza de la sociedad en las instituciones públicas.
En la ASE estamos convencidos que Tamaulipas debe destacar como un estado ejemplar en la integridad de los recursos públicos.
Hoy, más que nunca, se tiene claro que los recursos públicos hay que administrarlos con pulcritud, a la luz de la verdad, asegurándonos que cada peso trabaje por el bienestar de las familias que más lo necesitan.
Por eso, en la ASE estamos haciendo de la fiscalización un credo de vida impulsando estrategias claras y efectivas que están dando ya los primeros resultados sustantivos en capacitación, profesionalización, desarrollo tecnológico, modernización, combate a la corrupción y participación ciudadana.
Este año 2025 tenemos la misión de fiscalizar 68 entidades fiscalizables del estado, que incluyen a los Poderes del Estado, autónomos, descentralizados, fideicomisos y empresas paraestatales, así como a los 43 municipios de Tamaulipas y a 50 organismos públicos descentralizados municipales.
Es cierto, la fiscalización es un desafío monumental.
Algunos argumentan que no es posible revisar cada rincón del presupuesto, que auditar cada peso es un sueño imposible, pero con servidores públicos comprometidos con su trabajo y con nuevos esquemas y sistemas de fiscalización estamos avanzando con firmeza hasta cubrir el 90% del presupuesto total auditable, y cada día somos más precisos en esta tarea.
En un mundo donde el futuro se mide por la claridad de nuestras acciones, Tamaulipas está demostrando que no sólo sueña con un futuro mejor; lo está construyendo. Y ese futuro comienza con una convicción inquebrantable: los recursos públicos deben estar bien fiscalizados y cuentas claras.