Columnas > A PUERTA CERRADA
GN, entre el divorcio de la palabra y los hechos
El modelo de resolución de problemas debe ser capaz de ilustrar el proceso creativo, dado que manifiesta las dificultades ante las que se encuentra la persona hasta alcanzar el objetivo trazado, solventando los obstáculos de un problema o situación compleja. La retórica, como una manera adecuada para persuadir, ha sido uno de los ejes estratégicos del presidente López Obrador hace ya muchas décadas.
Los intereses cuatroté como discurso persuasivo tienen una base esencial que es de tipo argumentativo, arropado en el saco de los despropósitos y el engaño. La duda razonable es si el listón del referido saco tiene la leyenda de no mentir, no robar y no traicionar, mantra del Ejecutivo.
En este contexto, ¿cuál es la intencionalidad detrás del "acuerdo-decreto" para que la Guardia Nacional forme parte de la Sedena?
Expertos, políticos y organizaciones civiles han rechazado y criticado el anuncio mañanero distractor —en medio del escenario de una brutal inflación, alza en precios de gasolinas y un descontento latente de la situación económica integral— que pretende violar la Constitución.
Esa que en el Art. 21 establece que la Federación contará con una institución policial de carácter civil cuya estructura orgánica y dirección estarían adscritas a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
El giro repentino de López Obrador para no esperar a 2024, fecha en que vence la autorización provisoria de los efectivos militares de ser la base para crear la Guardia Nacional y regresar al ámbito castrense exhibe el enorme fracaso en dotar a este cuerpo policial de elementos y mandos civiles.
Las aristas jurídicas, políticas y sociales de esta decisión unilateral impactan en la narrativa y propaganda utilizada por el presidente para el consenso de su formación y alerta sobre la nula importancia, de los que se cacarean como diferentes, hacia la Carta Magna. Quedará en la SCJN el fallo final de lo que se anticipa como un capítulo más de tensiones latentes y del grupo en el poder de lesionar, vulnerar y atropellar el Estado de derecho. El pronóstico es reservado pese a las maromas y piruetas del coro transformador. Una arista interesante es que la totalidad de los marinos y soldados no tiene ninguna formación policial, desconocen el protocolo de primeros respondientes, cadena de custodia, Informe Policial Homologado, etc.
La pedestre justificación morena de apoyar y aplaudir este despropósito presidencial ahora bajo la narrativa de que es la "ruta de la pacificación", se estrella ante el empoderamiento de la impunidad de las organizaciones criminales y su ola de violencia envueltas en los abrazos presidenciales.
La forma de relatar esta historia para convencer las bondades de violar la Constitución los pinta de cuerpo entero, empero las circunstancias que rodean la peligrosa narrativa no son las adecuadas, la manía de simular y mentir está incrustada en el colectivo por las sostenidas conductas inaceptables que siguen lesionando la integridad de varios actores en el poder.
Al final del túnel de la confrontación —construido con precisión y ahínco a lo largo de estos cuatro años— los vencedores escribirán su parte de la historia, sin embargo, mientras tanto México transita por la ruta de la ingobernabilidad, la violencia, impunidad y con el imperdonable ejemplo del Ejecutivo de proponer violar la Constitución.
Eso sí, de conformidad con aquello de mandar al diablo las instituciones.
@GomezZalce