“Este año nos pasará de todo, ni buena ni mala suerte”

Este fin de año las redes sociales estuvieron inundadas de mensajes positivos, bendiciones y buenos deseos para el año que recién entró. Pero les diré una cosa, por más que queramos predecir el futuro, consultemos horóscopos chinos y cartas astrales, les diré una cosa: “Este año nos pasará, lo que nos tenga que pasar”. 

No quisiera parecer pesimista sino todo lo contrario, mi propósito es ser realista. Habrá quienes enfrenten la dolorosa partida de un ser querido y otros tendrán la fortuna de recibir una herencia; quienes escucharán un terrible diagnóstico y otros gozarán nuevamente de salud; unos celebrarán la llegada de un hijo y otros se enfrentarán a la noticia de la esterilidad; no faltará quien sea promovido a la gerencia por la que tanto trabajó y habrá quien a pesar de su gran esfuerzo laboral, será despedido y no faltarán quienes celebren sus bodas de plata y otros que estén firmando su divorcio. 

¿Ya ven a lo que me refiero? Es una verdad absoluta que nos enfrentaremos a pérdidas y a ganancias, a llegadas y a partidas, a bienvenidas y a despedidas, a esperanza y desolación. Pero, ¿por qué? Porque así es la vida. Quien les haya dicho que “la vida es justa” les mintió. La vida no es justa, cosas buenas les suceden a gente “mala” y cosas malas les pasan a gente “buena”. No son premios ni castigos, simplemente así sucede la vida. 

Es fantástico ver cómo en fin e inicio de año la salud, el dinero y el amor son las intenciones  que más se desean unos a otros. Sin menospreciar estos genuinos deseos, es una realidad que lo que más se necesita es fortalecer la actitud. Humildad cuando estás en abundancia y sensatez cuando estás en tragedia. Incluso me parece magnífica la oración de la Serenidad que dice: 

“Dios mío concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar las que puedo y sabiduría para reconocer la diferencia”. 

Seamos realistas y aceptemos que lo más importante en la vida no es lo que nos sucede sino la actitud con que lo enfrentamos. Y les puedo asegurar que detrás de cada problema hay una lección que integrar y es nuestra elección aprender a darle un giro a las pérdidas para convertirlas ganancias. Más que desearles un feliz año, les deseo un año de crecimiento, cueste lo que cueste. #Anótele. Contáctame, programa una cita en mi consultorio: (956) 560-2131 

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