El poder del enfoque

Cuando era niño, nada disfrutaba más que usar una lupa para quemar cosas. Creo que a mis padres les preocupaba que yo fuera un incendiario en ciernes. Me gustaba  sacar mi lupa de 4.99  dólares y quemar papel, soldados de plástico y hojas. Incluso puse mi dedo debajo de la lupa.

Créeme, duele y yú no tienes que intentarlo.

La lupa es un gran ejemplo de enfoque. Si puedes retroceder a tu infancia, recordarás que toma un poco de habilidad (ángulos y luz) y tiempo para enfocar el cristal en el lugar correcto. Nuestra capacidad para hacer las cosas es como la lupa: requiere un poco de habilidad.

Cuando necesito terminar algunas cosas, tengo que mejorar mi enfoque para obtener mejores resultados. Cuando mi enfoque se diluye, obtengo resultados diluidos. Hay tres tipos de enfoque diluido con los que podemos encontrarnos tratando de encontrar nuestro lugar en la vida.

Aquí están las tres trampas:

• 1) EVITAR

Pon la opción de evitar en la parte superior de la lista y puedes agregar mi nombre justo al lado de esta trampa. Es la naturaleza humana evitar hacer algo que creemos que va a ser difícil. Encontramos otras cosas para ocupar nuestro tiempo y pensamientos. Trabajamos en proyectos sin sentido, respondemos correos electrónicos, hablamos con compañeros de trabajo y nos ocupamos de asuntos personales. Al final del día, nos decimos que hemos estado ocupados, pero no hemos logrado nada sustancial.

• 2) PRIORIDADES

He visto personas de alto rendimiento que tienen la capacidad para hacer las cosas y que son muy inteligentes, pero que no cumplen con los plazos de los proyectos porque permiten que otras prioridades interfieran con los objetivos clave. Aprecio a la persona que saben más acerca de lo que no debe hacerse y pueden decirle a alguien “no”. Estas personas enfocadas saben y entienden cuál es el objetivo y pueden priorizar lo que se debe lograr. Saben la diferencia entre lo urgente y lo importante.

• 3) PENSAMIENTOS

La mente es una herramienta poderosa. Lo que pasamos pensando en el tiempo se convierte en nuestra realidad. Nuestra mente comienza a pensar en tantas cosas diferentes a la vez porque tenemos una sobrecarga de información y nos distraemos tan fácilmente. Nuestra mente comienza a preguntarse y pensamos en cosas que no tienen relación con lo que estamos trabajando para lograr. La cantidad de enfoque y autodisciplina que ponemos en nuestros pensamientos eventualmente controla nuestros resultados.

Hay una voz en tu cabeza que te dice que tomes el camino fácil. Te dice que evites las tareas y los objetivos difíciles. Hay muchas prioridades que compiten por atención y enfoque que superan lo importante con lo urgente. Finalmente, hay pensamientos que siguen todas las diferentes ideas que surgen en tu mente.

Aprender a concentrarse puede ayudarte a evitar saltarse las “cosas difíciles”. El enfoque puede ayudarte a mantener tus prioridades alineadas y puede ayudar a que tu mente se mantenga estable en las cosas importantes. El poder del enfoque es una disciplina clave.

Cita de la semana:

“El miedo es el enemigo de la curiosidad”.

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