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EL ESTIGMA DEL FUMADOR

  • Por: MSGR. JUAN NICOLAU
  • 29 JUNIO 2021
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EL ESTIGMA DEL FUMADOR

En los Estados Unidos casi un tercio de la población fuma, aunque el 80 por ciento de esos fumadores desearía poder dejar de hacerlo, o al menos eso dicen cuando se le cuestiona. 

La verdad es que la adicción a la nicotina tarde o temprano pasa la factura acortando el tiempo de vida o la calidad de vida en los últimos años del fumador.

Un estudio reciente relaciona el fumar con el incremento en el número de suicidios, pues también se observa que en los estados donde hacen hincapié en lo dañino del tabaco se registra un menor número de suicidios.

Actualmente, las campañas para decir la verdad sobre los daños del tabaco son más agresivas, también las empresas tabacaleras se han vuelto más creativas para animar a los jóvenes a probar su producto. Los esfuerzos del gobierno tampoco se han quedado cortos al tratar de concienciar a la población sobre lo costoso que es para el estado tratar a pacientes con enfermedades crónicas por no haber dejado de fumar a tiempo.

Se calcula que solo un dos o tres por ciento de la gente tiene éxito en esta lucha, pues el recaer en el vicio es una de las constantes más observadas en quienes tratan de dejar el cigarrillo.

Ahora se ha comprobado científicamente que el fumar es más que un mal hábito, pues la fuerza adictiva de la nicotina se compara a la que puede tener la cocaína o el alcohol por ejemplo.

A diferencia de otras drogas, la nicotina es legal y hasta socialmente aceptada, lo que dificulta aún más romper la cadena que nos ata a la nicotina.

El cigarrillo forma parte de los rituales sociales - fiestas, reuniones de negocios, velorios y hasta algo obligado después de una buena comida - en donde todo el mundo te ofrece un cigarrillo, y aunque no lo aceptas terminas fumando al verte obligado a inhalar el humo de tercera mano, cosa que no ayuda para nada a quienes están tratando de terminar con el hábito del cigarrillo.

Como no se pueden pasar leyes prohibiendo a las personas el dejar de fumar el estado a comenzado a regular las áreas donde los fumadores pueden y no pueden hacerlo. Incluso organizaciones civiles han emprendido campañas de difusión amparados por estudios sociales que dejan en claro el porqué algunas personas se esclavizan a este mal hábito que hasta puede llevarlos a la muerte.

De hecho si tomamos en cuenta las muertes causadas por el alcohol, las drogas, accidentes automovilísticos, homicidios y suicidios, incluso si contamos las muertes causadas por el SIDA; no llegarían ni a la mitad del numero de decesos causados por el fumar.

Y todo esto lo sabemos desde hace muchos años, los fumadores lo saben, todos hemos visto los devastadores efectos del cigarrillo en algún familiar o amistad cercana: enfisema pulmonar, bronquitis crónica, cáncer en la garganta o la lengua, por mencionar algunos de los impactos devastadores del tabaco.

Sin embargo la gente sigue fumando, lo que refuerza la idea que el fumar no es una conducta racional y que el poder de la nicotina sobre algunos individuos es más fuerte que su voluntad. 

Si te has decido a dejar de fumar, disminuye también el consumo de cafeína, pues no solo es un detonante para volver a fumar, sino que el cuerpo estará más sensible a este compuesto y la necesidad que siente por la nicotina se combinara con la ingestión de cafeína y sus efectos.

Haz un esfuerzo e intenta reducir o eliminar el cigarro de tu vida, verás como disfrutas más los alimentos y la convivencia con los demás al ya no tener que aislarte para fumar, pero sobre todo tendrás mejor calidad de vida.

Vive un día a la vez! ... ignite the moment!…Y recuerda que Dios te ama y yo también. 

Msgr. Juan Nicolau, Ph. D. STL. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Es psicoterapeuta familiar y consejero profesional con licencias.

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