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El colapso de Marcelo Ebrard

A Marcelo Ebrard lo persigue la tragedia durante su etapa como político de la izquierda progresista, primero perredista, ahora morenista.

Pero ha sido una tragedia producto de la incompetencia y de la negligencia, de la falta de pericia y de la incapacidad.

El colapso de Marcelo Ebrard

Esa tragedia o, mejor dicho, esas tragedias, han arrojado sangre, harta sangre de gente inocente, una sangre ocultada bajo la imagen de un político visionario, de una izquierda de corte europeo, casi casi un estadista.

Tres hechos, tres tragedias han marcado la carrera política de Marcelo Ebrard en su etapa como figura de la izquierda, porque antes, claro, hay que recordarlo, él fue priista.

Es más, fue salinista: al ser el brazo derecho y el discípulo más destacado de Manuel Camacho Solís, regente del Distrito Federal en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, Marcelo Ebrard no puede negar que formó parte, en una segunda línea, pero finalmente formó parte de ese grupo, del 'Grupo Compacto'.

Tres hechos, tres tragedias, tres muestras de la incompetencia de quien parece 'el mejor elemento' de la Cuarta Transformación:

Tarde del 23 de noviembre de 2004. Un hecho se saldrá de control en el poblado de San Juan Ixtlayupan, en Tláhuac, al sureste de la Ciudad de México.

Tres agentes de la Policía Federal Preventiva realizan una investigación de narcomenudeo en el lugar. Sin embargo, alguien, posiblemente uno de los maleantes, suelta un rumor que se propaga con rapidez: los elementos policiacos, a escondidas, toman fotografías a niños, alumnos que salen de la escuela primaria del sector.

Los tres policías son capturados, golpeados a mansalva, linchados por una turba que exige castigo inmediato. Dos de los elementos morirán quemados, en una transmisión en vivo, desde el lugar de los escalofriantes hechos.

Antes de morir en la hoguera, un reportero de televisión pregunta los nombres a los policías. Ellos revelan su identidad, la corporación a la que pertenecen, la investigación que realizan. Suplican. Imploran. Nadie los rescata.

¿Quién era el secretario de Seguridad Pública del entonces Distrito Federal, en aquél gobierno de Andrés Manuel López Obrador? Sí, Marcelo Ebrard.

El más alto mando de la Policía de la capital del país no supo qué hacer. Paralizado, inmóvil, sin enviar una orden de rescate, la turba quemó y mató a dos agentes. La muerte se transmitió en vivo y a todo color.

El tercer agente, humillado y arrastrado, vapuleado con saña por los vecinos, a punto de ser virtualmente ejecutado, es finalmente rescatado por un grupo de policías que, al entrar en acción, disparan al aire.

Tarde del 20 de junio de 2008. La discoteca 'New's Divine' ofrece una tardeada dominical. Muchos jóvenes, algunos de apenas 13 o 14 años de edad, se congregan en 'el antro' para bailar y celebrar el inicio de sus vacaciones tras concluir el periodo escolar.

Los adolescentes solo quieren divertirse, pero... se toparán con un operativo especial de la Secretaría de Seguridad Pública y de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal.

Los chavos también se toparán con algo inesperado, con la tragedia: con brutalidad, los policías se van contra los jóvenes y al bloquear la única puerta, la que sirve de acceso y salida, provocarán la muerte por asfixia de 9 jovencitos y, en el peor de los absurdos, de tres elementos policíacos.

¿Quién era el Jefe de Gobierno del Distrito Federal? Sí, Marcelo Ebrard.

La investigación de los trágicos hechos tiene el sello de la política mexicana: aunque los destituye, encubre a los jefes de la Policía y castiga, con saña, 'con todo el peso de la ley', a los propietarios del 'antro', a quienes sentencian a docenas de años de prisión.

En los últimos días de su sexenio, al 'cuarto para las doce', Marcelo Ebrard entrega de manera apresurada, otro sello de la política mexicana, la obra cumbre de su mandato capitalino: la Ruta 12 del Sistema Colectivo Metro.

Lo acompañan 'El Comandante Borolas', perdón, el entonces presidente Felipe Calderón, y el hombre más rico de México y de América Latina, el multimillonario Carlos Slim, dueño de CARSO, una de las tres constructoras que realizaron la obra.

Desde antes de que se pusiera en marcha, las anomalías salieron a relucir: la obra estaba proyectada a un costo de 15 mil 290 millones de pesos. Finalmente, la inversión ascendió a casi 26 mil millones de pesos, un 50 por ciento más.

Lo peor vendría después: tras numerosas quejas, en marzo de 2014, ya en el gobierno de Miguel Ángel Mancera, 11 estaciones de la Ruta 12 tuvieron que suspender el servicio de transporte por 'problemas técnicos en la construcción'. Todo olía a podrido.

Tras las reparaciones a fondo que se emprendieron, esas 11 estaciones, entre ellas Los Olivos, volvieron a prestar servicio en noviembre de 2015.

Pero los daños estructurales salieron a relucir una vez más con los efectos del temblor de septiembre de 2017. De acuerdo con los testimonios de los vecinos del sector, las cuarteaduras eran evidentes en las columnas que sostenían los tramos de la Estación Olivos. Nunca los escucharon. Ninguna autoridad los atendió.

Las consecuencias de no escuchar a la gente llegaron la noche del pasado 3 de mayo: de pronto, en cuestión de fracciones de segundo, el tramo elevado de la Estación Olivos se colapsó y los vagones del Metro cayeron sobre la Avenida Tláhuac, aplastando a los vehículos que, en ese justo y lamentable instante, pasaban por debajo.

La tragedia, que arrojó, hasta el momento, 24 muertos y más de 70 heridos, fue captada por una cámara. La imagen es impactante. El luto es nacional.

Ante los trágicos hechos y la muerte de tantos inocentes, Marcelo Ebrard debería renunciar a la Secretaría de Relaciones Exteriores y ponerse a disposición, pero en serio, de las autoridades, de la justicia.

La noche del 3 de mayo no solo colapsó la Estación Olivos de la Ruta 12 del Metro, también se derrumbó la aspiración presidencial de Marcelo Ebrard en 2024.

Esa será la tragedia que más le duela a Marcelo: al igual que su hábil maestro Manuel Camacho, no será presidente de la república.

NIEGA MC CANCELACIÓN DE CANDIDATURAS A LAS ALCALDÍAS DEL SUR

El delegado de Movimiento Ciudadano en Tampico, Edgar Treviño, negó que el Tribunal Electoral de Tamaulipas (Trieltam) haya cancelado las candidaturas naranjas a las alcaldías de Tampico, Ciudad Madero y Altamira.

En rueda de prensa, el dirigente de MC aseguró que los magistrados electorales solo les pidieron encausar un trámite al órgano interno y señaló que fue una 'mala interpretación' que algunos hicieron de la ley.

América Sandoval, candidata de Movimiento Ciudadano a la presidencia municipal de Tampico, no quiso abundar sobre ese tema e insistió en que era mejor hablar de las propuestas.

Eso sí, no desaprovechó para lanzar sus críticas en contra de la profesora Magdalena Peraza Guerra, a la que no mencionó por su nombre, pero a la que hizo referencia por las denuncias que interpuso en contra de la maestra desde hace cuatro años.

También disparó sus dardos en contra de Olga Sosa, candidata de Morena a la alcaldía porteña, a quien cuestionó porque no hizo nada como diputada federal para mejorar la infraestructura que evite las fugas de agua en el Dique El Camalote y, por tanto, se ponga en riesgo el abasto de agua en la zona metropolitana.

En la rueda de prensa también participaron Carlos Pérez Hernández, candidato a la diputación federal por el Octavo Distrito; Jesús Ramírez, aspirante a diputado local por el Distrito 21; y Daniel Dan, candidato a la diputación local por el Distrito 22.

Y PARA CERRAR...

Al colapsarse el proyecto político presidencial de Marcelo Ebrard, también se derrumban muchos de los planes de Mario Delgado, presidente nacional de Morena.