El clima y los cambios de temperamento
Parece que las condiciones del tiempo juega con nosotros, cuando no tenemos lluvia en demasía y mantenernos frescos por un par de meses después del invierno, ahora el calor nos agobia, tanto que ya se ha vuelto normal tener temperaturas de hasta tres dígitos en promedio para nuestro Valle.
Aunque nuestro cuerpo trata de adaptarse lo mejor que puede lo cierto es que entre el calor y lo frío del clima artificial dentro de casa, las tiendas u oficinas, afecta nuestra salud, y si a eso agregamos que estamos en tiempo de alergias, nuestro sistema está bajo constante ataque de los elementos de la naturaleza y nuestra salud se ve mermada de alguna manera.
Los cambios de temperaturas también provocan otro tipo de afectaciones en algunas personas, algo más que las molestias físicas, hay quienes sufren cierto grado de depresión cuando llega el invierno, se nubla y llueve, o cuando el calor excesivo les impide salir a disfrutar de actividades al aire libre.
Antes se tenía la creencia que eran cosas de viejos cuando alguien pronosticaba lluvia con solo sentir un dolor en los huesos o coyunturas, sin embargo hoy se reconoce que los cambios en la presión atmosférica tiene algún efecto en quienes padecen principios de artritis reumatoide, osteoporosis, o simplemente son más sensibles a los cambios de presión externa y registran baja de presión arterial, o presión sanguínea, lo que manifiestan con dolores de cabeza.
Los expertos llaman a esta afectación Síndrome de aflicción por los cambio en el clima, o SAD (Seasonal Affective Disorder).
Las molestias que sufren tanto hombres como mujeres, es característico que lo padezcan por temporadas, algunos cuando llegan los días del invierno, y otros en la temporada más calurosa del año.
Los síntomas del SAD en invierno van desde letargo, cansancio, dormir más de lo acostumbrado, subir de peso, recluirse o evitar contacto social en lo posible.
Para quienes lo padecen durante el verano suelen sufrir de insomnio, irritabilidad, fatiga, sentirse agitado constantemente, y ausencia o falta de apetito.
De acuerdo con los expertos este síndrome es compartido por el seis por ciento de la población, en algunos casos moderadamente y en otros de una forma severa que requiere atención de profesionales.
Mientras que para algunos es suficiente con cambiar de ambiente por unos días, otros requieren de varias semanas de terapia de luz (exponerse a la luz del sol o una lámpara especial con el mismo espectro de luz al día).
Quienes sufren de SAD en varano son generalmente los rayos del sol brillante los que desnivelan la melatonina y serotonina en su organismo, lo cual está ligado al tiempo y calidad de las horas de sueño en las personas. Con el exceso de radiación solar además suben los niveles de adrenalina, lo que provoca irritabilidad entre otras cosas.
Pero sea cual sea el clima, disfrutemos del día que nos toca vivir. Utilicemos la información que ahora tenemos para remediar los malestares causados por los cambios de clima. Recuerda que el vivir el día de hoy es una bendición, nadie tenemos asegurado al día de mañana.
Vive un día a la vez! ... ignite the moment!...
Y recuerda que Dios te ama y yo también.
Msgr. Juan Nicolau, Ph. D. STL. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Es psicoterapeuta familiar y consejero profesional con licencias.
