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El amor y el matrimonio

  • Por: MSGR. JUAN NICOLAU
  • 28 FEBRERO 2022
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El amor y el matrimonio

Ya que estamos en plena temporada de bodas, es un buen momento para reflexionar sobre el matrimonio, pero específicamente el religioso. Esto porque cada año en los Estados Unidos se presentan tantos casos ante el tribunal encargado de declarar la nulidad matrimonial, que su número es mayor que la suma de todos los casos en los demás países del mundo. 

Y sí, preocupa al Vaticano el exceso de peticiones que se presentan en los Estados Unidos.

Por eso urge a los sacerdotes a procurar una mejor consejería previa al matrimonia para que las parejas que planean casarse por la iglesia entiendan la seriedad del paso que van a dar, pero también de las dificultades que podrían enfrentar en este compromiso. Para evitar que se divorcien y busquen la nulidad del matrimonio a los pocos meses de realizarlo casi por capricho.

Hay que explicar a quienes desean casarse, que aunque nadie puede anticipar los problemas que llevan a anular un matrimonio, y que el proceso del tribunal existe porque hay situaciones intolerables que impiden que una pareja siga conviviendo y manteniendo un vínculo matrimonial, el proceso no debe verse como algo banal.

El derecho a casarse por la iglesia exige que la pareja celebre su matrimonio y lo viva con autenticidad y honestidad. Nadie puede exigir el tener una ceremonia nupcial solo por que han sido bautizados dentro de la iglesia, la pareja debe estar consciente de la insolubilidad del matrimonio, debe de prepararse para el reto de aceptar un compromiso para toda la vida.

Para convivir con alguien hay que estar atento a reconocer las señales del amor dañino para combatirlo desde del primer momento, antes de que empieza a dominar su vida y forme un patrón de comportamiento que impida tener una relación sana y satisfactoria. Una persona que cree estar lista para afrontar el compromiso matrimonial debe saber que la felicidad no depende de nadie en particular, por que lo cierto es que el ser humano necesita de afecto, de simpatía, del sentirse aceptado por los demás, en particular por la persona amada.

Debemos tener claro que la persona que verdaderamente nos ama, nos conoce y nos acepta con todas nuestras fallas, con ella no tenemos que tratar de ser lo que no somos para conseguir que nos admire y nos aprecie, la persona que nos ama a veces nos pone muy en claro nuestros errores, pero no por eso deja de querernos, y siempre está ahí, a nuestro lado cuando mas necesitamos, en las buenas y en las malas podemos contar con ella.

Mientras aprendemos a distinguir entre al verdadero amor, aquel que puede sustentar una relación duradera, y el enamoramiento desenfrenado, ese que nos hace sentir mariposas en el estomago y cometer locuras, pero que obedece más la inflamación de nuestro ego y la vanidad, hay algo de lo que podemos estar seguros: Todos y cada uno de nosotros somos amados por Dios. Aun cuando seamos imperfectos y hallamos cometido errores terribles, Dios tiene el don de redimirnos a través del amor.

Vive un día a la vez! ... ignite the moment!...Y recuerda que Dios te ama y yo también. 

Msgr. Juan Nicolau, Ph. D. STL. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Es psicoterapeuta familiar y consejero profesional con licencias.

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