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Después de la tormenta ¿viene la calma?

Como dice el viejo y conocido refrán, después de la tormenta viene la calma, ¿pero será cierto?, y es que tras la captura del jefe delincuencial los reacomodos pueden generar más violencia, y desde ayer no se han hecho esperar.

Dentro de lo bueno, lo peor, y es que esta semana ocurrió algo muy curioso, el alcalde morenista Carlos Peña ahora sí salió en defensa de los ciudadanos y automovilistas, pues suspendió a todos los elementos de Tránsito y Vialidad.

Después de la tormenta ¿viene la calma?

Curiosamente y uno que es mal pensado, pero han pasado dos años y apenas salió en defensa de los automovilistas, y es que a decir de algunos de los inconformes con esta situación y que son los elementos de vialidad, señalan que ellos sólo han cumplido órdenes.

Pero, además, no sólo me ha quedado muy claro esto: hace cerca de tres meses se le rescindió el contrato a una empresa de grúas, unas que son de un amigo del alcalde, las cuales tenían, por cierto, cientos de quejas, pero no se había hecho nada; grúas Sultán o Rojas, como les quieran llamar.

Ah, pero como siempre, ya saben cómo son las malas lenguas, ha empezado a salir a la luz pública lo que era un secreto a voces, o como dice, a gritos, y es que son los mismos agentes quienes han comentado que esto se trata un enojo del municípe por no querer liberar un tráiler y haber multado a una servidora.

Curiosamente, ¿ahora cómo van a reponer las pérdidas que en estos días se han estado registrado, lo de las boletas?, que a decir de los más perjudicados, en este caso los tránsitos, eran 15 infracciones que tenían que realizar diariamente, de donde a los elementos les tocaba el diezmo.

Pero en fin esa es otra historia, lo más trascendente en los últimos días fue la detención del jefe delincuencial, dato curioso, tuvo que venir desde la Ciudad de México un grupo de elementos de elite para detenerlo.

¿O es que no había la voluntad, no podían o realmente no querían?, por que ahora sólo hay que esperar que los hechos de violencia desciendan, que aunque sea un sueño guajiro, puede pasar.