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De la igualdad de oportunidades a la igualdad de posiciones

  • Por: MARTÍ BATRES GUADARRAMA
  • 31 MARZO 2021
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De la igualdad de oportunidades a la igualdad de posiciones

Francois Dubet dice: "Existen en la actualidad dos grandes concepciones de la justicia social: la igualdad de posiciones o lugares y la igualdad de oportunidades. Su ambición es idéntica: las dos buscan reducir la tensión fundamental que existe en las sociedades democráticas entre la afirmación de la igualdad de todos los individuos y las inequidades sociales nacidas de las tradiciones y de la competencia de los intereses en pugna. En ambos casos se trata de reducir algunas inequidades, para volverlas si no justas, al menos aceptables. Y sin embargo, esas dos concepciones difieren profundamente y se enfrentan, más allá de que ese antagonismo sea a menudo disimulado por la generosidad de los principios que las inspiran y por la imprecisión del vocabulario en que se expresan".

La igualdad de posiciones, "busca reducir las desigualdades de los ingresos, de las condiciones de vida, del acceso a los servicios, que se ven asociadas a las diferentes posiciones sociales que ocupan los individuos ... busca entonces hacer que las distintas posiciones estén, en la estructura social, más próximas las unas de las otras". No se trata de "prometer a los hijos de los obreros que tendrán las mismas oportunidades de ser ejecutivos que los propios hijos de los ejecutivos", sino "de reducir la brecha de las condiciones de vida y de trabajo entre obreros y ejecutivos". Para poner un ejemplo, no se trata tanto de "permitir a las mujeres gozar de una paridad en los empleos actualmente dominados por los hombres", sino sobre todo "de lograr que los empleos ocupados por las mujeres y por los hombres sean lo más iguales posible".

La igualdad de oportunidades, "consiste en ofrecer a todos la posibilidad de ocupar las mejores posiciones en función de un principio meritocrático". No es tanto que quiera "reducir la inequidad entre las diferentes posiciones sociales", sino más bien "luchar contra las discriminaciones que perturbarían una competencia al término de la cual los individuos, iguales en el punto de partida, ocuparían posiciones jerarquizadas ... En este modelo, la justicia ordena que los hijos de los obreros tengan el mismo derecho a convertirse en ejecutivos que los propios hijos de los ejecutivos, sin poner en cuestión la brecha que existe entre las posiciones de los obreros y de los ejecutivos. Del mismo modo, el modelo de las oportunidades implica la paridad de la presencia de las mujeres en todos los peldaños de la sociedad, sin que por ello se vea transformada la escala de las actividades profesionales y de los ingresos".

En otras palabras, la igualdad de posiciones busca reducir la distancia entre el peldaño más bajo y el peldaño más alto de la escala social; mientras que la igualdad de oportunidades busca la posibilidad ascender en una estructura altamente jerarquizada que se mantiene intacta. La igualdad de posiciones altera las jerarquías; la igualdad de oportunidades no afecta las jerarquías. La igualdad de posiciones acerca la distancia entre el escalón más bajo y el escalón más alto. La igualdad de oportunidades ayuda a que algunos que forman parte del escalón más bajo lleguen hasta el escalón más alto.

En México hemos tenido un poco de igualdad de oportunidades. Pero nos falta mucha igualdad de posiciones. No se trata sólo de que algunos trabajadores puedan llegar a ser ejecutivos, se trata también de que todos los trabajadores tengan un ingreso mucho menos distante que el de los ejecutivos.

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