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Confía en el río
Vi hace poco un video que me encantó. El título decía "Un hermoso ejemplo del despertar de conciencia".
Están dos chicas al pie de un pequeño acantilado viendo un caudaloso río que corre algunos metros abajo. De pronto, una de las chicas le dice a la otra "sé fuerte, confía en el río". Y sin más, la empuja para que caiga al agua.
La chica lanza un grito de terror mientras va cayendo y, una vez dentro del agua, llena de pánico, empieza a luchar para mantenerse a flote, cosa que le resulta bastante difícil. En el video se ven algunas imágenes de unos ojos que se abren desorbitados, un cráneo que estalla en mil pedazos, un cerebro que cambia de un color a otro, y luces fulgurantes que cambian rápidamente, representando el miedo y la lucha que mantiene la joven al sentir la amenaza de morir ahogada.
Entonces aparece un mensaje: "Confía en el proceso". Y poco después, otro: "Suelta el control". La joven poco a poco va dejando de luchar contra el agua y se empieza a relajar hasta que termina simplemente flotando y se deja llevar. El rio no ha perdido su caudal ni su fuerza, pero en la joven ya no hay miedo y ahora parece disfrutar la experiencia.
El río y la vida
En unos pocos segundos este video nos regala una representación de lo que muchas veces ocurre en la vida. Hay ocasiones en que, de pronto, la vida parece volverse un caos total, como un río caudaloso y salvaje. Las cosas cambian de un día para otro y nuestra rutina se ve trastocada por situaciones fuera de nuestro control que nos provocan pánico y nos hacen sentir amenazados.
O muchas veces también, nos sentimos desamparados, sentimos que, por más que luchamos, nuestros esfuerzos no dan fruto, que no logramos lo que andamos buscando y que estamos a merced de fuerzas que no podemos controlar y que nos impiden acercarnos al tipo de vida que en algún momento nos propusimos alcanzar.
Y es entonces cuando se vuelve más importante que nunca, pero también más difícil que nunca, aplicar las dos máximas del video: "confía en el proceso", "suelta el control". Y digo que es difícil porque nuestra naturaleza humana no parece estar hecha para eso sino más bien para lo contrario, para sentir que tenemos el control de nuestras circunstancias. Lo contrario, nos provoca pánico, desesperación y angustia.
Pero el río, la vida, es sabia, y si se lo permitimos, nos conducirá, tal vez no plácida ni tranquilamente, pero sí con toda certeza, al lugar en el que debamos estar, en donde podamos expandir nuestro potencial y nuestra conciencia para bendecir nuestra vida y la de los que nos rodean.
En dos pasos
Así que, paso uno, "confía en el proceso". Confiar significa "con fe", y la fe, dice la biblia, es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Así pues, para enfrentar la vida de una manera confiada, es necesario tener la certeza y la convicción de varias cosas.
Ten la certeza y la convicción de que la vida te ama y desea lo mejor para ti y que, como les decía a mis alumnos, cuando la vida te haga pasar por experiencias difíciles, por pruebas duras, por ríos salvajes, no es que Dios la traiga contigo, que le caigas mal o que ya "te agarró de su puerquito". Cada una de esas experiencias es parte de ese proceso encaminado a hacer de ti una mejor persona.
Y ten la certeza y la convicción de que llegaste a este mundo equipado con todo lo necesario para pasar esas pruebas con éxito. Tal vez no has descubierto o nunca has usado algunas de esas cosas con las que estás equipado, pero precisamente, muchas veces, el propósito de la prueba es obligarte a buscarlas, descubrirlas, sacarlas y darles el uso necesario y para el cual te fueron dadas.
Viene ahora, quizá, lo más difícil, "suelta el control", lo cual no significa dejar de esforzarte. En el video, la chica tuvo que esforzarse por mantenerse a flote. Sin dejar de hacer la parte que te corresponde, soltar el control significa dejar de querer cambiar cosas que no está a tu alcance poder cambiar. La chica no trató de calmar la fuerza de las aguas, eso no estaba dentro de sus posibilidades. Lo que sí estaba a su alcance era no permitir que su miedo la hundiera. Y eso tú también lo puedes hacer.
La vida es un proceso. Y a lo largo de ese proceso, se te dará, se te quitará o se te retendrá todo lo necesario para hacer de ti una persona más comprensiva, más sabia, más bondadosa, con más fortaleza y con más amor.
Así que disfruta el "paseo" en el río, por atemorizante que a veces pueda parecer, despierta tu conciencia, suelta el control, y confía en que el río te llevará ahí, a ese lugar o a esos niveles de desempeño en los que debes estar.
jesus_tarrega@yahoo.com.mx Facebook: El Mensaje en la Botella