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¿Cómo sobreponerse a una tragedia masiva?

  • Por: MSGR. JUAN NICOLAU
  • 30 MAYO 2022
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¿Cómo sobreponerse a una tragedia masiva?

El 24 de mayo sigue retumbando en nuestras mentes por una tragedia que enluto 21 hogares. La peor matanza registrada en Texas. Millones de personas lloran la muerte de 21 víctimas mortales, 19 niños y dos adultos que murieron a manos de un tirador que ingresó a una primaria y disparó indiscriminadamente contra estos inocentes.

La gente de Uvalde se han reunido en espacios comunitarios y en la plaza del pueblo para llorar y brindarse el apoyo que tanto necesitan. 

Cuando un ser humano se enfrenta a situaciones que rebosan la capacidad de comprensión pueden suceder dos cosas, que se deje arrastrar por la autocompasión y permita que la angustia los paralice, o que aprendan a vivir el momento, superando los problemas uno a uno, con la certeza de poder salir adelante.

No hace ni una semana, de esta tragedia que los dolientes siguen vivienda en una angustia impensable al vivir día a día la incertidumbre de cómo y qué paso en la escuela Robb Elementary.

Cuando eventos desafortunados como esta suceden es natural que la gente se pregunte por que pasan esas tragedias, desde el principio de mi apostolado hasta el día de hoy me han preguntado muchísimas veces el porqué a la gente buena le suceden cosas malas, mi respuesta es siempre

la misma: "Solo Dios lo sabe". Si leemos el antiguo testamento encontramos pasajes donde los profetas preguntaban a Dios ¿Por qué? Y no recibieron respuestas.

Incluso cuando repasamos las siete palabras de Jesús en la cruz, en el último momento, El preguntaba ¿Por qué me has abandonado? Dios, su padre, no le contestó.

Y la verdad es que cuando nos preguntamos el porqué de las cosas malas, no esperamos una explicación, lo que de verdad queremos es discutir y argumentar, pues el coraje y la rebeldía son parte de las etapas del duelo.

Los seres humanos sufrimos por la incapacidad que tenemos para solucionar situaciones tan extremas, pero es en esos momentos que regresamos a lo básico, al momento de enfrentar una tragedia es cuando nos damos cuenta que lo verdaderamente importante es la vida. 

Sabemos y entendemos el profundo dolor por el que están pasando las familias de estos 19 niños y dos maestras cuyos hogares han sufrido una perdida irreparable, un dolor que solo Dios les ayudará a superar con el tiempo y paciencia.

Lo primero que debemos hacer para superar esa gran incógnita del porque de las cosas malas, es el no culpar a Dios. Dios no tiene la culpa, es culpa del hombre y sus malas acciones.

Hay que reconocer que son errores humanos los que nos llevan a padecer, a veces por no saber discernir entre el bien y el mal, otras por el egoísmo, la indiferencia, la estupidez, la rebeldía, y todas las emociones humanas negativas que a veces nublan el entendimiento, pero Dios nos ha dado el coraje para superar la tragedia, salir del duelo convertidos en mejores seres humanos, con mayor sensibilidad para acompañar a aquellos que sufren y saber impartirles calma y compasión cuando lo necesiten. 

En la biblia encontramos la promesa del Señor en las siguientes palabras: "No temas que yo te he redimido, te he llamado por tu nombre porque eres mío, cuando pases por agua no te ahogaras... cuando camines entre el fuego no te quemaras ni las llamas te consumirán. Porque yo soy el Señor tu Dios", y Jesús contestó a los que le preguntaban el porqué del sufrimiento, "Benditos los que sufren porque ellos encontrarán el consuelo del amor de Dios". Con la firme creencia que en nuestros momentos de dolor es cuando Dios nos lleva de la mano, pidamos por todas esas familias que están sufriendo en este momento la irreparable perdida de sus seres queridos, oremos por esas almas inocentes que perdieron la vida donde menos se lo esperaban y confiemos que Dios les de fortaleza de espíritu y la esperanza que su ser querido goza del esplendor de su gloria.

Vive un día a la vez! ... ignite the moment!...Y recuerda que Dios te ama y yo también.  Msgr. Juan Nicolau, Ph. D. STL. Sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Es psicoterapeuta familiar y consejero profesional con licencias.

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