Cansancio o enfermedad

Hoy en día, la vida es tan apresurada y tan llena de diferentes actividades que es normal que nos cansemos  Entre el trabajo, las actividades de los hijos, reuniones sociales y las funciones familiares, no queda tiempo para nada pero si agotamiento extremo. Cuando el cansancio cotidiano llega hasta los extremos puede convertirse en lo que se conoce como Síndrome de Fatiga Crónica. 

La Clínica Mayo describe al síndrome de fatiga crónica como un trastorno complejo caracterizado por fatiga extrema que no puede atribuirse a ninguna enfermedad preexistente. La fatiga puede empeorar con la actividad física o mental, pero no mejora con el descanso.

Cualquier persona puede tener síndrome de fatiga crónica, pero es más común en quienes tienen entre 40 y 60 años. Las mujeres adultas lo presentan con mayor frecuencia que los hombres adultos. En una proporción de 70 a 30, las mujeres son las que sufren más este padecimiento que se les presenta alrededor de los 40 años de edad. 

El origen del síndrome de fatiga crónica es desconocido. Sus síntomas pueden aparecer y desaparecer. En ocasiones pueden mejorar y, otras veces, empeorar,  pero los médicos lo diagnostican cuando la fatiga dura más de seis meses y se acompaña de diversos síntomas como el dolor de cabeza o de garganta, inflamación de los ganglios (más comúnmente los que se encuentran en el cuello), diferentes dolores musculares y molestias en las articulaciones, algunos pacientes presentan sea temperatura uno o dos grados más altos de lo normal.  

Las personas que sufren de este mal suelen tener trastornos de sueño, se confunden muy fácilmente, y presentan mucha debilidad después de hacer algún pequeño esfuerzo. La depresión y la tristeza también se presentan, por lo que muchas veces a los pacientes con fatiga crónica los diagnostican erróneamente y les dan tratamientos antidepresivos. Las personas con fatiga crónica se sienten incapaces de trabajar o desempeñar sus labores de una manera normal, les es muy difícil realizar la limpieza del hogar, y les cuesta mucho llevar a cabo las actividades sociales junto con su familia. En consecuencia pueden perder su estabilidad económica, alejarse de su círculo de social y a veces hasta sufrir el rechazo de su familia. 

El hecho de que el síndrome de fatiga crónica no sea muy reconocido por la comunidad médica, tiene como consecuencia que la gente no le de la importancia que requiere, y el paciente sufre doblemente, pues aparte de los síntomas físicos que presenta también sufre la incomprensión de la gente que no entiende su cansancio como una enfermedad. Las personas que lo padecen  deben buscar ayuda profesional para tratar su padecimiento, ya sea para que les receten medicamentos que les ayuden a superar síntomas específicos, como el dolor de cabeza y los dolores musculares, o para que por medio de terapia física puedan desarrollar la fuerza muscular que van perdiendo debido al cansancio.   

Un diagnostico adecuado puede ayudar al paciente a superar la lejanía y aislamiento que sufre de parte de sus familiares, lo cual es muy importante para su completa recuperación.

Vive un día a la vez! ... ignite the moment!...Y recuerda que Dios te ama y yo también.

Monseñor Juan Nicolau, Ph.D. STL, sacerdote jubilado de la Diócesis de Brownsville. Es psicoterapeuta familiar y consejero profesional con licencias.