Columnas > ERNESTO SALAYANDIA GARCÍA

Borracho seco

Me costaba trabajo aceptarme como alcohólico

Recuerdo que en mis tribunas en Oceánica, ofrecía gran dificultad para reconocerme como alcohólico, Decía.- Soy Ernesto y hacia una gran pausa para agregar, soy alcohólico, luego, con el tiempo, al iniciar mi catarsis, decía... Ernesto, alcohólico y adicto, ahora lo acepto y así me presento, soy  Ernesto, enfermo emocional, alcohólico  y adicto en recuperación; por supuesto que soy neurótico, celoso, compulsivo, egocéntrico, hipersensible y todo un estuche de monederías.No me he dado de alta, trabajo en mi recuperación, como desde el primer día que sali del anexo, hago lo que puedo por crecer espiritualmente, por vivir en plenitud y disfrutar de la armonía. Sé que no estoy zafo, me cuido y  trabajo en mí, tengo mucho que agradecer a la onda grupera, a los grupos de autoayuda, ahí todos regalan, todos le aportan a mi recuperación, los de buena y los de mala fe, a mí me ayuda mucho, es mi mejor terapia; es escribir y compartir mi diario vivir.Anoche, por ejemplo, fui a dar mi testimonio de vida, de cómo he vivido mi borrachera seca y compartir, como le he hecho, cómo le hago para vencer a los fantasmas de la mente y las telarañas emocionales; sigo patinando por mi hipersensibilidad, me duele mucho el rechazo y las groserías de las personas, trabajo en ello y salgo adelante. 

Me enfrento a una enfermedad compleja, no es un resfriado, es cruel,   perra, brava, progresiva, contagiosa, es peor que un  cáncer mortal; mi enfermedad es física emocional, mental y espiritual. Cuídate del síndrome de la borrachera seca, es muy peligroso.

Borracho seco