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A pedir de boca

  • Por: FORTINO CISNEROS CALZADA
  • 17 SEPTIEMBRE 2020
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A pedir de boca

No hay duda de que cuando se obra bien, todo sale a pedir de boca. La rifa del avión presidencial que culminó el pasado martes con el Gran Sorteo Especial No. 235 de la Lotería Nacional, efectuado en la sede de la institución, con 100 premios de 20 millones de pesos cada uno, estuvo cargado de un enorme simbolismo que pone en evidencia el respaldo del pueblo mexicano hacia el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien a pesar de su modestia y sobriedad, es el verdadero ganador.

Tres elementos son de destacarse: primeramente, la respuesta solidaria de los aborígenes quienes, sin pichicatez alguna, acudieron a las agencias de la Lotenal a comprar, no uno, sino dos o más ´cachitos´. Es cierto que no se vendieron todos; pero, hay testimonios que avalan que no fue por falta de voluntad popular, sino por asuntos que tienen que ver con las operaciones técnicas de la propia lotería. Hubo personas que debieron esperar una semana para tener los ´cachitos´ que dejaron pagados de antemano.

Aún así, se logró una recaudación en efectivo de 2 mil millones de pesos (la meta eran 3 mil millones, costo estimado de la nave que no tiene ni Trump). Cabe señalar que por acuerdo del equipo técnico que se encargó de la rifa, fueron entregados mil, 51 boletos a 951 hospitales y clínicas del Sector Salud, con la sorpresa de que varias de ellas ganaron los premios de 20 millones de pesos. Fue algo así como dice el refrán, que lo del agua al agua. Lo recaudado sería para mejorar el sistema de salud y así se logró.

Como todo es posible en la viña del Señor, seguro que alguno de los compradores de boletos o de ´cachitos´ tenía la esperanza de sacarse los 20 millones o la parte proporcional; pero, el grueso, la gran mayoría hizo el esfuerzo de participar en el evento por la pura intención de ayudar. Ayudar de manera efectiva con un desembolso del tamaño de sus posibilidades. Y, ayudar a la gran tarea de reconstruir el sistema hospitalario y de atención general y especializada del Sector Salud tan salvajemente saqueado. 

El presidente puede sentirse satisfecho de la respuesta que dieron los gobernados a su convocatoria, lo que pone de manifiesto que el apoyo popular no es de boca, sino de acción y hasta de sacrificio, porque la compra de los números no la hicieron nomás los que tienen resueltos sus problemas económicos; también los desempleados o los que han visto castigados sus ingresos por la crisis económica que vino a agravar la pandemia, echaron más agua a los frijoles para que alcanzaran y fueron a comprar su billete. 

Al respecto, manifestó Ernesto Prieto, director de la Lotería Nacional (esa que en manos de la Gordillo hacía sorteos falsos para defraudar al país), que: "La Lotería Nacional siempre ha estado cerca de la gente que menos tiene, pero también la gente que menos tiene está ahora con nosotros, está apoyando a este gran proyecto. Estamos acabando con un símbolo, ese símbolo de la desigualdad, ese símbolo de la corrupción, ese símbolo de los lujos, de los excesos, de un gobierno neoliberal, estamos acabando con todo eso gracias a esta iniciativa que tuvo el señor presidente". El sorteo fue seguido por mucha gente.

Dejando de lado el sentido emocional para ir a la frialdad de los números, se tiene que de un universo de seis mil números, con 20 ´cachitos´ cada uno, habrían de obtenerse 300 mil millones de pesos, de los que debían descontarse 200 mil millones que corresponden a los premios que habrán de entregarse, dejando el resto, mil millones para destinarlos a salubridad. Se vendieron sólo cuatro mil números, con un ingreso de 200 mmp y se regalaron otros 1,051 a varias instituciones oficiales de salud, con un valor de 10, 510 millones, para dar un acumulado de 210,510 millones de pesos, con un saldo a favor.

Pero, lo más importante es que el avión sigue estando ahí, a la venta para que cualquier interesado pueda pujar en las subastas que seguramente se harán en un tiempo prudente. Por si eso fuera poco, y ahí estriba el sentido de que a quien obra bien todo le sale a pedir de boca, los premios mayores han sido ganados por instituciones de salud pública, incluyendo un hospital de Tamaulipas, el Hospital regional de Instituto de Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado de Tampico.

Otros son, el Hospital General de Zona No.1 del IMSS en Tepic, Nayarit; el Hospital General Número 1 de Charo; el HGR No.220 del municipio de Toluca; el Hospital del ISSSTE de Fresnillo, Zacatecas; el Hospital General en Boca del Río; además de escuelas en varios lugares de la República y, desde luego, los afortunados ganadores que jugaron con la mejor de las intenciones. Todo a pedir de boca.

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