Importancia del horario de comida en la salud

Si antes de dormir te comes el último pan de la bolsa, se te antojan unos taquitos de la esquina o te preparas un gran tazón de cereal con leche, deberías saber que hay estudios científicos que se cuestionan si estas son prácticas saludables para tu metabolismo. ¿Podrías subir de peso? ¿aumentar tus niveles de azúcar? ¿provocar enfermedades cardíacas?

¿Qué pasa si como en la noche?

Una de las preguntas clave para entender cómo puede afectar a tu cuerpo el comer en distintos horarios del día es si engordas cuando comes muy noche, pero más allá de la apariencia física y de acuerdo con diversos estudios científicos, como el de la Universidad de Columbia, comer en medio de la noche puede ocasionar:

Largos periodos con niveles altos de glucosa, que a su vez: podrían incrementar la posibilidad de desarrollar diabetes tipo 2 ,inflamación crónica, padecimientos cardiovasculares y sanguíneos.

Esto sucede porque el metabolismo cambia dependiendo del horario en que se ingieren alimentos. Las calorías brindan energía y se convierten en grasas necesarias para el cuerpo a la hora que sea, sin embargo, si comes poco antes de irte a dormir, el cuerpo convierte en grasa con mayor facilidad estas calorías y las quema menos, de acuerdo con otro estudio de la Facultad de Medicina de Harvard, citado por NatGeo.

Aun así, el objetivo de estudio no era identificar si aumentabas de peso si comías en la noche, sino identificar cómo el metabolismo se comportaba en distintos horarios del día, lo que se relaciona con el reloj biológico y el ciclo circadiano.

Riesgos de comer en la madrugada

De acuerdo con la BBC, en la antigüedad, los humanos hacían sus actividades exclusivamente en relación con la luz del día, esto también incluye la alimentación. Más allá de cuantas calorías se pueden quemar, comer a deshoras reduce la capacidad del metabolismo para recuperarse después de cada comida y reduce el ayuno nocturno, lo que altera la leptina y la grelina en el cuerpo, conocidas como las hormonas del hambre, produciendo que despertemos hambrientos y comamos más.

El ciclo circadiano es el ciclo natural de cambios físicos, mentales y de comportamiento que experimenta el cuerpo en un ciclo de 24 horas, según el National Cancer Institute de Estados Unidos. Este proceso explica que la relación con nuestras actividades diurnas y las horas de sueño afecta al organismo.

Según ese mismo artículo, el cuerpo necesita una coordinación entre órganos como el intestino, el hígado, el páncreas, el músculo y el tejido graso, cuyas funciones se pueden alterar por periodos de sueño inadecuados o comer a destiempo, lo que puede provocar:

Disminución de la sensibilidad a la insulina.

Riesgo de desarrollar enfermedades crónicas.

Depresión.

Aumento de peso.

Aumento de presión arterial.

Desarrollo de Síndrome metabólico.

¿Cuál es el mejor horario para comer?

La BBC explica que el desarrollo de rutinas alimenticias es muy importante para que los órganos y el sistema metabólico funcionen en sincronía. Es decir, tratar de desayunar, comer y cenar siempre a la misma hora, respetando los ciclos de sueño. También menciona que hay rutinas que implementan el ayuno de 12 horas, pues en experimentos en animales, funcionó para que evitaran el desarrollo de enfermedades crónicas y aumento de peso.

Lo ideal sería desayunar poco después de que amanezca y cenar al atardecer, no obstante, debido a procesos sociales como el trabajo o la universidad, que se vuelven impedimentos para seguir esta rutina, te recomendamos seguir lo más adecuadamente estos consejos, recordando que no hay una hora perfecta para comer, pues esta depende de tu estilo de vida:

Trata de respetar las 8 horas de sueño.

Trata de cenar mucho antes de dormir.

Almuerza poco después de despertar.

Trata de seguir rutinas alimenticias tanto como puedas.

Realiza actividad física regularmente.

Trata de llevar una dieta balanceada, priorizando las calorías al inicio del día y reduciéndolas por la noche.

Para una consulta más personalizada, no olvides consultar a tu médico de cabecera, quien podrá ayudarte con la mejor rutina alimenticia para mantenerte saludable en todo sentido. Automedicarte y seguir dietas sin acompañamiento de un especialista certificado podría poner en riesgo tu salud.