Valoran legado de Louis Pasteur en su bicentenario
En el año del bicentenario de su nacimiento, que se cumple este 27 de diciembre, el químico Louis Pasteur ha sido olvidado por México, desafortunadamente, en el momento en que más necesitaba su ejemplo.
Para no dejar pasar la conmemoración, el libro Pasteur 2022, que firma junto con su padre, el eminente parasitólogo y especialista en salud pública Manuel Martínez Báez (1894-1987), busca dimensionar el verdadero legado del químico.
Ante una pandemia que sigue cobrando vidas y una atmósfera enrarecida para la ciencia y la educación en el País, el investigador médico Adolfo Martínez Palomo ya percibe consecuencias de haber pasado por alto el legado científico del francés.
"Justamente en las postrimerías de esta pandemia es cuando debemos reflexionar sobre Pasteur. Yo pienso como que se nos olvidó Pasteur, se nos olvidó en México en este año", lamenta.
Para no dejar pasar la conmemoración, el libro Pasteur 2022, que firma junto con su padre, el eminente parasitólogo y especialista en salud pública Manuel Martínez Báez (1894-1987), busca dimensionar el verdadero legado del químico.
"No es solamente hacer un recordatorio histórico de un gran científico, es mucho más que eso, porque su legado incide en dos aspectos de nuestra vida: la educación y la salud pública", estima Martínez Palomo.
El volumen, coeditado por El Colegio Nacional y la Facultad de Medicina de la UNAM, aquilata la figura de Pasteur a través de la célebre biografía de Martínez Báez , e incluye una evocación que le hiciera en el cincuentenario de la muerte del químico; también, un texto de Martínez Palomo en el que lo defiende de un ataque académico.
Más de la sección
"Se nos olvidó en la educación, cuando hay poco interés por la ciencia y desprecio por los científicos; se nos olvidó en la salud pública, cuando hay un desmantelamiento de el sistema de salud pública que se construyó durante 70 años, cuando en el país tenemos unas tasas de vacunación bajísimas, cuando hay un situación muy difícil de los grandes institutos y de los hospitales", critica Martínez Palomo.
"Yo creo que ese olvido de Pasteur lo estamos pagando caro, tenemos que reflexionar sobre ello para el futuro, porque en el futuro vienen pandemias, vienen problemas grandes", agrega.
Legado vigente
En un momento de la historia en el que la vacunación adquirió un papel protagónico no sólo en la esfera de lo científico, sino en el discurso público cotidiano, conviene repasar cuáles son las contribuciones de Louis Pasteur para llegar a que, en tiempo récord, la humanidad haya podido contar con una vacuna para el Covid-19.
"Su contribución fue, nada menos, que el descubrir el origen de las enfermedades infecciosas, que no venían de miasmas, sino que venían de virus, o de parásitos, o de bacterias, y el demostrar que era posible prevenirlas haciendo una vacuna", expone Martínez Palomo.
- Uno de los casos de éxito clínico más sonados de la historia fue su descubrimiento de la vacuna de la rabia, que ha salvado incontables vidas.
Apenas este año, recuerda el investigador médico mexicano, miembro de El Colegio Nacional, el 20 por ciento de la mortalidad en todo el mundo fue a causa de infecciones, por lo que la labor de Pasteur sigue tan vigente como nunca.
"Ahora todavía estamos luchando por hacer vacunas efectivas contra otras infecciones, por ejemplo, tal vez una de las grandes plagas de la humanidad, que es el paludismo, pues los científicos llevan muchas décadas tratando de encontrar una, y han encontrado algunas que son más o menos eficientes, pero no hay una vacuna definitiva sobre esto; para la tuberculosis es lo mismo", reflexiona.
"Entonces, 150 años después de las contribuciones de Pasteur, se está tratando de lograr lo que él pudo hacer en el caso de la rabia, entonces su ejemplo es para la sociedad y para los científicos y para los políticos", ahonda.
El trayecto vital e intelectual que llevó a estos descubrimientos ha sido descrito, de forma informada y elegante, por Manuel Martínez Báez, autor de la biografía Pasteur. Vida y obra (1972), posteriormente resumida en el libro Vida de Pasteur (1996), versión que se incluye en el volumen de este 2022.
"Yo creo que es la gran biografía, no porque la haya hecho mi padre, pero es la gran biografía de Pasteur en español; hay tantas otras en inglés, en francés, y solamente en este año han aparecido, creo, cinco nuevas biografías sobre Pasteur", contextualiza.
"Pero ésta que hizo el doctor Martínez Báez, la hizo él con un profundo interés en el trabajo de Pasteur, él revisó prácticamente todos los trabajos científicos de Pasteur e hizo viajes a Europa en los que él se documentó", explica.
Escrita de forma ágil y amena, la biografía del también integrante de El Colegio Nacional se piensa como un documento ideal para jóvenes lectores y público en general.
Ahí no sólo se explican sus contribuciones de manera extensa, sino aspectos poco recordados, como su lucha contra la hemiplejía que, por otro lado, nunca lo detuvo de seguir con su trabajo científico.
La vida de un hombre que, desde la publicación de sus primeros trabajos, levantó acaloradas polémicas.
En defensa de sus aportes
A pesar de la magnitud de sus contribuciones, Louis Pasteur ha sido también, desde siempre, blanco de controversia científica legítima, pero también de ataques mezquinos y de bajas intenciones.
Con su ensayo En defensa de Pasteur, publicado originalmente en el 2001, Adolfo Martínez Palomo hace frente a un libro que considera difamatorio: La ciencia privada de Louis Pasteur (1995), del historiador de la Universidad de Princeton Gerald L. Geison.
"Lamentablemente, todavía sigue vigente el demérito de la obra de Pasteur por el libro de Geison, que se hizo famoso supuestamente al encontrar, y él dice que era su intención, encontrar errores, encontrar falsedades, encontrar faltas a la ética en el trabajo de Pasteur", detalla Martínez Palomo.
"Esto tuvo una repercusión extraordinaria en el medio de habla inglesa, en los principales periódicos, en las principales revistas médicas, en las revistas de ciencia y en prácticamente todo el mundo y esto no tuvo respuesta más que dos o tres artículos, entre ellos el mío", recuerda.
Como contexto, Martínez Palomo recuerda que, en aquella época, la concesión del Premio Nobel de Medicina a científicos franceses por el descubrimiento del virus del Sida, avivó una rivalidad insana con Estados Unidos, que buscó atribuirse el hallazgo.
En su texto, el investigador mexicano desmantela, uno a uno, los argumentos de Geison, quien tras la revisión del centenar de cuadernos de laboratorio de Pasteur, supuestamente encuentra ocultamientos, plagios y abiertas mentiras por parte del científico.
"Estos intentos los hay desde que Pasteur vivía, desde que Pasteur vivía ya había libros en contra de él. Tuvo muchas críticas infundadas cuando estaba vivo y, por supuesto, se le reprochaba que hiciera contribuciones a la medicina siendo químico; él las enfrentó con ideas, las enfrentó con la verdad y nunca se arredró", celebra.
Al final, todo cae en su sitio, como lo demuestra, para Martínez Palomo, el más reciente número de la prestigiosa revista médica The Lancet, en donde se revisan miles de artículos de Pasteur que demuestran su legado para el control y prevención de las enfermedades infecciosas.
"Yo creo que por esto es importante el validar la vigencia de Pasteur y el recordar todos sus legados, que no es uno", apunta Martínez Palomo.
Deslucido en México
La última parte de Pasteur 2022 recupera el discurso que Manuel Martínez Báez pronunció el 30 de septiembre de 1945 en el Palacio de Bellas Artes, en un homenaje por el cincuentenario de la muerte de Louis Pasteur.
Ese año, las conmemoraciones fueron encargadas a un comité, cuya cabeza era el Presidente Manuel Ávila Camacho, que se encargó de realizar conferencias, de publicar libros y de un magno concierto en el Palacio de Bellas Artes.
"Si queremos ver la importancia que se le da a Pasteur en la administración actual, no hay más que ir a ver su estatua entre Reforma e Insurgentes, que está rodeada desde hace meses de manifestantes y completamente llena de grafitis", contrasta Martínez Palomo.
En absoluto abandono, la escultura, cuya primera piedra fue colocada por Porfirio Díaz en 1910, quedó atrapada en el plantón a favor de la legalización de la mariguana junto al Senado de la República, sin nadie que la atienda.
"Ni siquiera se ha tenido la discreción de limpiar el monumento, cuando en 1945 México organizó, con la colaboración del Presidente y de tres secretarios de Estado, una semana de Pasteur completa, con la colaboración de más de 50 instituciones académicas y médicas, se hizo un recordatorio extraordinario, se escribieron libros, se dieron conciertos.
"Ahora esto ha pasado absolutamente en la ignorancia, y ahí está el pobre de Pasteur todo grafiteado", lamenta el médico.
Un olvido que, de alguna forma, simboliza los pobres resultados de México para combatir la pandemia de Covid-19, con todas las vidas que esto ha implicado.