Impera caos para entrar y salir de Acapulco

CIUDAD DE MÉXICO.-En Acapulco el Boulevard Vicente Guerrero, que inicia desde la caseta La Venta hasta el Maxitúnel, es uno de los principales accesos al puerto. Sin embargo, a cuatro días del impacto del huracán "Otis" esta zona es la más colapsada por la salida y el ingreso de vehículos que buscan alimentos o gasolina.

 Por vehículo la gente tarda hasta cuatro horas para salir de este tapón.

 "Yo sólo vengo a ver mi casa, en El Cayaco, tengo miedo que ya se hayan metido a robar", lanzó angustiada en este cuello de botella la señora Araceli Gómez.

 A pie, el tramo se recorre en dos horas, pero bajo un sol a plomo y en medio del fango.

 La escena provoca un caos debido a que todos quieren pasar al mismo tiempo.

 Personal del Primer Batallón de Ingenieros del Ejército labora en la limpieza de escombros en distintas partes de este municipio.

 No obstante, los soldados refieren que son miles de toneladas de láminas, árboles y lodo regado, y que aún con el uso de trascabos, urgen de camiones para sacar los desperdicios.

 Este tema, hasta ahora, tiene paralizada la liberación de vías.

 El transporte público sigue inactivo y algunas camionetas de la Policía municipal se movilizan en la costera para ofrecer ride a la gente varada.

 Tampoco hay bancos, ni hospitales en operación.

 Y SATURAN AHORA CHILPANCINGO

 La capital de Guerrero atraviesa ahora por saturación de acapulqueños y turistas que escaparon de ese puerto desde el pasado miércoles.

 Cientos de damnificados que fueron parte del éxodo del Municipio de Acapulco buscaron refugio en Chilpancingo y abarrotaron los hoteles.

 "No tenemos cuartos, por favor no toque", se lee en distintos hoteles.

 La desesperación de la gente provocó que buscara hospedaje en la localidad de Petaquillas, donde está asentada de manera abierta la delincuencia organizada.

 Las gasolineras presentan largas filas de vehículos que viajan desde el puerto por combustible. Aparte se llevan garrafas llenas.

 Decenas de autos también llegan de Tecpan y Coyuca en busca de hidrocarburo.

 "Esto está provocando un desabasto en algunas de las estaciones de servicio, la gente viene muy estresada buscando gasolina, se entiende, pero no se le puede vender más que el tanque y una garrafa", advirtió un encargado de la gasolinera que está sobre la Autopista del Sol.

 "Hay gasolineras que no abren tan tarde porque les exigen cobro de piso, ya sea de Los Ardillos o Los Tlacos, eso complica porque sólo abastecen en la noche tres gasolineras", alertó un taxista.

 Los convoyes de la Guardia Nacional y del Ejército que laboran en Acapulco en los trabajos de auxilio también tienen que regresar a Chilpancingo para pernoctar y alimentarse en la 35 Zona Militar, mientras son abastecidos de gasolina los vehículos oficiales.

 Algunos militares, ya de civil, buscan comida afuera.

 Pero las taquerías terminan más temprano y la demanda por alimentos es mayor.

 Cientos de vehículos intentan cada día salir de Acapulco, principalmente de las colonias populares, en busca de víveres y agua.

 Los colonos se han organizado para llenar el tanque de un vehículo, con los sobrantes de varios para garantizar la ida a Chilpancingo en busca de comida.

 Los ganones en el saqueo de negocios también se organizan para el intercambio de latas por pan, o de carne por papel de baño y artículos de limpieza.

 El agua la toman de los escurrimientos en los cerros.

 En algunos domicilios, por ejemplo, de la Colonia Renacimiento, los vehículos sin gasolina sirvieron ahora como fuentes de energía. Las baterías fueron desmontadas para cargar celulares o para prender un foco en las noches de rapiña.

 "La ayuda del Gobierno no llega hasta acá, es lamentable que anuncien ayuda cuando no la hay", expresó Fernando Guerrero, habitante de la Colonia Renacimiento, en la calle Infiernillo.

 El Gobierno federal afirmó hoy que está acelerando la distribución de la ayuda humanitaria tras "Otis", pero apenas van 11 mil despensas entregadas en Guerrero.

 Apenas llegaron en un tramo de la costera, y un camión militar vació sus despensas en minutos.

 La caja contiene azúcar, café, frijoles, arroz y leche.

 Además de las despensas, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Marina iniciaron un censo para identificar a las familias que perdieron electrodomésticos, techos y colchones, para reactivar los apoyos en este sentido, adelantaron fuentes castrenses.