Hurga en el pasado Francisco Goldman
Nadie puede decir con exactitud lo que vivió hace 30 años. En el ejercicio de evocarlo, siempre se termina echando mano de la ficción
Así nacieron Di su nombre y Circuito Interior, donde el autor, nacido en Estados Unidos pero con raíces latinas y judías, explora su propio duelo tras la pérdida de su esposa, la escritora mexicana Aura Estrada, en 2007, y en el mismo tenor surgió Monkey Boy, su nueva novela, ganadora del American Book Award 2022, año en el que también fue finalista del Pulitzer de Ficción.
A los libros que se entregan a esta empresa, los críticos de literatura le llaman "autoficción", o "ficción autobiográfica", y a ése registro Francisco Goldman (Boston, 1954) se ha avocado en su obras más recientes.
"Uno no escribe para sanar cosas, uno escribe porque hay un impulso interior que le obliga, sobre todo porque crees que puedes hacer un buen libro sobre esas cosas. Es un término que uso con comillas, pero veo algo, quiero hacer un buen libro, y las cosas dolorosas de la vida son oro en ese sentido. Ahí hay mucho qué contar y qué explorar", explica el autor en entrevista.
- Monkey Boy es una novela de ficción que recurre a diversas experiencias que vivió Goldman en su infancia y adolescencia.
El personaje principal es también el narrador y se llama Francisco Goldberg, casi como el autor, y en un viaje a Boston, para visitar a su madre, comienza a recordar momentos trascendentales en su crecimiento, desde su primer amor y la violencia que vivieron él, su hermana y su madre en casa con un padre alcohólico y golpeador, hasta las marcas que dejó en su vida un acosador de su escuela, y cómo su vida se vio permeada por todo ello.
"Para escribir estas historias no vas a revivir el dolor", profundiza Goldman: "Vas a buscar cosas insospechadas en eso. Sabes que te dolió pero sabes que hay algo más allí.
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"No estás buscando una frase hecha de significado, estás buscando crear algo con su propio misterio, su propio poder. Estás intentando crear vida, y la vida no anda anunciando sus significados", advierte.
"Frank", como le llaman sus amigos al autor, proviene de una familia con raíces centroamericanas, pero creció en Boston, Massachusetts, en un suburbio como otro "gringo" más, dice, inocente de las tragedias de la historia.
Su primera novela, The Long Night of White Chickens, fue un descubrimiento que ocurrió a partir de que viajó a Guatemala, donde están sus orígenes, a los 22 años.
"Como escritor, todo eso me quedó muy grande al principio. No sabía cómo trabajar esa materia de ficción, era demasiado, tanta violencia y sufrimiento, cosas complejas en el sentido político que no se me habían ocurrido. Uno ve muchas cosas en blanco y negro. Así son las cosas en Estados Unidos, y, por ejemplo, (saber de) la guerrilla me resultó muy difícil de entender; las cosas allí no eran blancas y negras, buenos y malos. Habían muchas cosas torcidas", comparte.
"Por eso es que comencé a hacer periodismo. Estaba aprendiendo. Ese mirar hacia afuera fue el material de mi primera novela. Lo que pasó fue que luego murió Aura, mi esposa, hizo cambiar mi manera de escribir, me hizo mirar adentro en lugar de mirar afuera", comparte.
El narrador de Monkey Boy comienza este viaje a su pasado, harto de la soledad. Desde su última relación ha estado solo y, en ese sentido, Goldman también llegó a escribir esta novela, cansado del duelo, preguntándose cuándo iba a comenzar su vida de nuevo. Cuándo se iba a enamorar otra vez.
Poco después se enamoró y se convirtió en padre, pero recuerda su escritura como un episodio melancólico, de estos dos polos en tensión: la soledad y la posibilidad de ser feliz.
El fantasma de Trump
La experiencia personal narrada en Monkey Boy también se trastocó cuando Donald Trump ganó la presidencia de Estados Unidos en 2017.
Algo que el autor ligó, por ejemplo, al personaje de Ian Brown, un acosador de colegio muy carismático y misógino, con el carácter de un violador, pero también divertido, que la gente seguía mucho y que le hizo mucho daño a Frank, el de ficción y el de carne y hueso.
"Un arquetipo de lo que es la masculinidad tóxica en los Estados Unidos, que es lo que ahora gobierna y domina esta sociedad. Ian Brown es un personaje importantísimo en sus resonancias, pero lo más importante es que adentro de la novela es un personaje.
"Cuando después hice mis pesquisas en Internet, descubrí que ahora es un hombre que hizo mucho dinero construyendo mansiones en Florida; es el presidente local de Republicans for Trump, y hace un tiempo fue suspendido por fraude", cuenta Goldman.
Esos personajes existen, señala el autor; acosadores que forman parte de lo que es la sociedad actual y de la historia de las masculinidades de muchos hombres.
Monkey Boy llega a México bajo el sello de Almadía.