Concentra El Chaparral a deportados en Tijuana

Foto: Agencia Reforma.

TIJUANA, BC.- Decenas de migrantes que laboraban en Estados Unidos comenzaron a ser deportados desde la noche del martes por el puerto de El Chaparral, punto al que también llegan los solicitantes de asilo que hicieron cita con la aplicación CBP One.

El puerto fronterizo de El Chaparral, en pleno centro de Tijuana, se ha convertido en el punto de encuentro de ambos grupos de migrantes: los deportados y los que buscan asilo.

Ayer martes, a las 19:00 horas, salió un grupo de deportados proveniente de Denver, Colorado, mientras que otro grupo más salió este miércoles a las 6:30.

También han sido deportados los migrantes que no tienen documentos para llenar el formato de CBP One y cruzan de manera irregular saltando el muro o por la zona serrana de Tecate.

Un migrante identificado como Manuel, originario de Acapulco, Guerrero, de 28 años y quien era comerciante de frutas y legumbres, salió de El Chaparral en silla de ruedas.

Manuel se lastimó tobillo y pie porque saltó del muro anoche, junto con otros dos migrantes que aseguran haber pagado a un pollero 220 mil pesos cada uno para escalar la estructura que mide unos nueve metros de altura.

"Saltamos enfrente del aeropuerto (en Mesa de Otay)", platicó una vez que entró a Tijuana alrededor de las 8:30 horas.

"Me caí del muro, te dicen que te abraces al tubo con los brazos y los pies, pero tienes que tener fuerza, condición, y yo llevaba impulso con el peso porque no hay de dónde agarrarse, corrí con suerte porque unos se abren las manos, las piernas", agregó.

Manuel salió de Estados Unidos con una bolsa roja, característica de quien ha estado detenido en el vecino país, con sus pertenencias personales, además de un jugo, un sándwich, y una manzana que le dio el Gobierno.

Según el migrante, unos policías estatales le quitaron 1 mil 500 pesos y su celular antes de intentar cruzar a Estados Unidos.

Otro migrante de la Ciudad de México ingresó por los cerros de Tecate, era su segundo intento de llegar a Estados Unidos, pero lo detuvieron y pasó dos días detenido, su padre pagó 170 mil pesos para que cruzara la frontera.

"Ahí vienen muchos", dice Manuel, "hay bastantes esperando ser deportados, pero lo vamos a seguir intentando, en esta vida todo se puede, y no tengo problema con Trump, él tiene sus reglas, pero yo no tengo otra opción (que ir a Estados Unidos)".