Consecuencias emocionales de la crisis ambiental en Monterrey
Efectos de la contaminación en la salud emocional
Foto: Agencia Reforma.
MONTERREY, NL.- Si ya la pandemia por Covid-19 detonó enfermedades mentales, ahora los altos niveles de contaminación en Monterrey pueden acentuar aún más los síntomas de ansiedad y depresión.
Martha Patricia Sánchez, líder del equipo de investigadores del área Psicología ambiental de la Facultad de Psicología de la UANL, explicó que las partículas PM2.5, las más dañinas, ingresan al torrente sanguíneo y llegan a todo el cuerpo, incluido el cerebro.
Esto impacta en el sistema nervioso central, que está directamente relacionado con la regulación de las emociones.
"Primero la crisis hídrica y ahora la contaminación del aire", expuso la investigadora.
"Ya veníamos acarreando los problemas de la ansiedad y la depresión por la pandemia, y le agregamos otro factor más, pues los ue ya traían estos padecimientos se van a incrementar todavía más, se va a exacerbar esta situación".
El Gobierno del Estado emitió el miércoles la tercera contingencia ambiental en lo que va de marzo; en el área metropolitana hubo un nivel extremadamente malo en casi todas las estaciones de monitoreo ambiental.
Una capa gris de polvo cubrió las montañas y en las calles era frecuente ver a personas con cubrebocas.
El pasado 4 de marzo, la población había vivido otra jornada excesivamente contaminada con fuertes vientos, tolvaneras, apagones, cortes de agua e incendios.
La contingencia ambiental se mantuvo también ayer.
La investigadora explicó que desde hace más de 10 años en la Facultad de Psicología estudian el impacto del medio ambiente en la salud mental.
Siempre se abordan únicamente los impactos a la salud física por la contaminación, sin embargo, dijo que este problema está dejando fuertes estragos en el aspecto emocional. El panorama grisáceo en el ambiente también impacta en el ánimo de las personas.
"Personas estuvieron informando que sentían miedo", comentó. "Esto es muy parecido a la percepción que se tiene cuando están en climas o en ambientes donde casi siempre está nublado. Hay una tendencia a sentirse melancólicas y hay quienes llegan a sentirse hasta deprimidas.
"Ocasiona cierto tipo de ansiedad y a las personas más susceptibles puede llevarlas incluso a sentir depresión, sentirse tristes".
El impacto en niños es aún más grave, indicó, porque su cerebro está en formación y les ha tocado estar frecuentemente en contingencias ambientales.
Sostuvo que esto les puede ocasionar a mediano o largo plazo problemas de memoria o de atención.
Sánchez recomienda evitar pensamientos catastróficos y buscar alguna actividad segura que los haga sentir mejor.
"Yo sé que es difícil, por eso estamos en depresión, en ansiedad. Pero cuando sobrepensamos sobre una situación lo único que vamos a provocar es que se acentúe o no podamos salir de ella, y entonces empezamos a ver todo de manera negativa", señaló "Hay que saber que esto va a pasar, así como pasó lo de del Covid: esto también va a pasar, no va a ser permanente".