Teoría conspirativa halla terreno fértil en EU
A pesar de las desmentidas de científicos independientes
Las afirmaciones falsas de Rusia acerca de la existencia de laboratorios estadounidenses para producir armas químicas en Ucrania están siendo tomadas en serio por algunos sectores de Estados Unidos, incluidos promotores de teorías conspirativas, adherentes de QAnon y partidarios de Donald Trump.
Igual que cualquier teoría conspirativa efectiva, las afirmaciones rusas contienen algunas verdades: Ucrania cuenta con una red de laboratorios biológicos abocados a la investigación de patógenos y esos laboratorios han recibido fondos y apoyo de Estados Unidos.
Pero son propiedad y son manejados por Ucrania y su trabajo no es ningún secreto. Son parte de una iniciativa llamada Programa de Reducción de la Amenaza Biológica, cuyo objetivo es reducir las posibilidades de brotes mortales, ya sea naturales o causados por el hombre. Es una iniciativa estadounidense que comenzó en la década de 1990, con el desmantelamiento de programas de fabricación de armas de destrucción masiva de la antigua Unión Soviética. “Los laboratorios no son ningún secreto”, expresó Filippa Lentzos, profesora de ciencias y seguridad internacional del King’s College de Londres, en un email enviado a la Associated Press. “No están siendo usados en relación con armas biológicas. Todo eso es desinformación”.