Ataque israelí alcanza casa de líder de Hamás mientras EEUU busca vía para llevar ayuda a Gaza
"La situación humanitaria en Gaza es horrible", dijo Guterres, lenguaje inusualmente directo, el viernes. "Toda una población está traumatizada, ningún lugar es seguro"
RAFAH, Franja de Gaza — Un ataque aéreo alcanzó la vivienda familiar del exiliado líder de Hamás a las afueras de la Ciudad de Gaza mientras el ejército de Israelí sigue adelante con su campaña sobre el asediado enclave palestino, donde la crisis humanitaria se agrava a toda velocidad.
Ante la escasez de alimentos, agua y combustible — crucial para los generadores que hacen funcionar los hospitales y otras instalaciones —, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, pidió un alto el fuego inmediato para permitir la entrada de ayuda.
"La situación humanitaria en Gaza es horrible", dijo Guterres, lenguaje inusualmente directo, el viernes. "Toda una población está traumatizada, ningún lugar es seguro".
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, que está en la región desde el viernes tratando de encontrar vías para aliviar la complicada situación que viven los civiles atrapados en los combates, se reunió con ministros de Exteriores árabes. Su misión se ve complicada por la insistencia de Israel en que no habrá un alto el fuego temporal hasta que se libere a todos los rehenes capturados por Hamás en su sorpresivo y letal ataque del 7 de octubre.
Guterres dijo que no ha olvidado la matanza de civiles a manos de los insurgentes durante su incursión, pero apuntó que hay que proteger a los civiles y la infraestructura civil. Además, los civiles no deben ser utilizados como escudos humanos, agregó al tiempo que pidió al grupo insurgente que deje libres a los alrededor de 240 rehenes que tiene.
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La casa de la familia del líder exiliado de Hamás, Ismail Haniyeh, en el campo de refugiados de Shati, en el extremo norte de la Ciudad de Gaza, fue alcanzada por un ataque aéreo, de acuerdo con la oficina de prensa del grupo en Gaza, que no ofreció detalles sobre daños personales y materiales, ni comentarios.
Ghazi Hamad, alto cargo de Hamás, dijo a The Associated Press que los dos hijos de Haniyeh utilizaban la vivienda.
El edificio está en un callejón estrecho del campamento, que con el paso de las generaciones se ha convertido en un vecindario populoso de la ciudad. Haniyeh, un antiguo colaborador del fundador del grupo islamista, Ahmed Yassin, quien falleció en un ataque aéreo israelí en 2004, está exiliado desde 2019.
Durante la noche, la aviación israelí golpeó las afueras de lado occidental de la Ciudad de Gaza y las inmediaciones del hospital
Adly Abu Taha, un residente de la ciudad que lleva tres semanas refugiado en los terrenos del hospital, dijo que los ataques aéreos han golpeado repetidamente las proximidades del centro en los últimos días.
"Los bombardeos se acercan más cada día", contó por teléfono. "No sabemos a dónde ir".
Cientos de miles de palestinos siguen en la ciudad y en el norte de la Franja.
Israel sostiene que Hamás cuenta con una amplia infraestructura militar en la Ciudad de Gaza, que incluye una red de túneles subterráneos, búnkeres y centros de mando. Sus ataques se dirigen contra la milicia, agregó apuntando que sus miembros ponen en peligro a los civiles al operar entre ellos.
Las fuerzas israelíes han rodeado la Ciudad de Gaza y han pedido a la población que se marche al sur para evitar quedar atrapada en los combates.
A pesar de las advertencias, Israel ha seguido atacando el sur, afirmando que persigue a los miembros de Hamás, pero sus bombas se cobrado la vida de familias enteras.
Raed Mattar, que se refugiaba en una escuela en la ciudad sureña de Khan Younis tras marcharse del norte del enclave al inicio de la guerra, dijo que escuchaba explosiones de forma habitual, causadas aparentemente causadas por ataques aéreos.
"La gente nunca duerme", dijo. "El sonido de las explosiones no para nunca".
Alrededor de 1,5 millones de personas en Gaza, el 70% de su población, han huido de sus hogares, dijo la ONU.
En el centro de Khan Younis, un ataque aéreo destruyó a primera hora de este sábado la casa de una familia, de donde los equipos de emergencias sacaron tres cadáveres y seis heridos.
Entre los fallecidos había una niña, dijo un cámara de The Associated Press presente en el lugar.
En la frontera norte de Israel con Líbano, las escaramuzas continuaban este sábado en la mañana. El ejército israelí dijo que atacó posiciones insurgentes en Líbano desde las que se trataba de disparar hacia Israel, además de un puesto de vigilancia de Hezbollah.
El del viernes a Tel Aviv fue el tercer viaje de Blinken a Israel desde que comenzó la guerra. El funcionario reiteró el llamado del presidente Joe Biden a un breve cese de los combates para abordar una crisis humanitaria cada vez más grave. Pero el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que no habrá ninguna pausa humanitaria hasta que Hamás libere a los rehenes.
Esta postura complica el diálogo que mantiene Blinken en Amán con diplomáticos de Jordania, Egipto, Arabia Saudí, Qatar, Emiratos Árabes Unidos y la Autoridad Palestina, que siguen enojados y recelan profundamente de Israel.
Además de la distribución de ayuda, de permitir la salida de extranjeros y de la liberación de los rehenes, Blinken pretende que Jordania y otras naciones árabes comiencen a pensar en el futuro de Gaza si Israel consigue arrebatarle el control de la Franja a Hamás.
Hasta ahora, los líderes árabes se han resistido a las sugerencias estadounidenses para que desempeñen un papel más importante en la crisis, expresando su malestar por las bajas civiles en las operaciones militares israelíes pero creyendo que Gaza será un problema creado por Israel.
Pese a esto, los funcionarios estadounidenses creen que el respaldo árabe — por modesto que sea — será crítico en los esfuerzos encaminados no solo a mejorar las cada vez peores condiciones de vida en Gaza sino para sentar las bases para lo que sustituirá a Hamás como autoridad gobernante si la campaña israelí tiene éxito.
Más de 9.200 palestinos han perdido la vida en Gaza desde el inicio de los combates, en su mayoría mujeres y menores, y más de 32.000 resultaron heridos, según el Ministerio de Salud de la Franja, que está dirigido por Hamás y no diferencia entre víctimas civiles y combatientes.
En el lado israelí han perdido la vida más de 1.400 personas, principalmente civiles asesinados durante la letal incursión insurgente, y había alrededor de 5.400 heridos. Veinticuatro soldados han muerto en Gaza desde el inicio de la campaña terrestre israelí.