Republicanos de Florida: Desafían a DeSantis e impulsan propia iniciativa de inmigración
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, y los legisladores republicanos del estado, protagonizan un enfrentamiento en materia de inmigración.TALLAHASSEE, Florida.- El gobernador de Florida, Ron DeSantis, y los legisladores republicanos del estado, protagonizan un enfrentamiento en materia de inmigración.
En un inesperado rechazo a DeSantis, quien alguna vez fue considerado como el sucesor del presidente Donald Trump al interior del Partido Republicano, los legisladores de Florida iniciaron el lunes una sesión especial convocada por el gobernador para ayudar a implementar la agresiva agenda de inmigración de Trump, la cual duró apenas unos minutos antes de que descartaran por completo las propuestas del gobernador.
Poco después, los líderes republicanos en ambas cámaras del Congreso estatal convocaron a su propia sesión especial, ignorando algunas de las solicitudes del gobernador y presentando, en cambio, su propia iniciativa en materia de inmigración.
El enfrentamiento en la legislatura estatal del lunes habría sido impensable hace apenas unos años, cuando DeSantis ejercía una influencia sobre la Legislatura —de mayoría republicana—, como la de ningún otro gobernador en la historia reciente de Florida, convirtiendo al estado en la envidia de los activistas conservadores de todo el país. Pero, a medida que DeSantis se acerca al final de su segundo mandato, su poder sobre los legisladores estatales se ha ido debilitando.
Los líderes republicanos en la Legislatura estatal, el presidente del Senado Ben Albritton y el presidente de la Cámara de Representantes, Daniel Perez, rechazaron las propuestas migratorias de DeSantis, pero no porque no quieran endurecer el combate a la inmigración.
"Las sesiones especiales deben usarse con moderación", dijo Perez a sus miembros. "No deberían ser maniobras para generar titulares".
Entre las propuestas del gobernador se incluía presentar cargos penales contra funcionarios que se negaran a aplicar las restricciones y la creación de una base de datos para rastrear a las personas que envían dinero a sus familias en el extranjero. Albritton calificó estas medidas como inconstitucionales y dijo que le no le pediría a los funcionarios que violen la ley.
"A veces el liderazgo no se trata de estar al frente de un asunto", indicó Albritton. "Se trata de seguir al líder en quien confías. Yo confío en el presidente Trump".
En una publicación en la red social X, DeSantis señaló estaba contento de que los legisladores sopesaran muchas de sus ideas, pero indicó que la nueva iniciativa es "sustancialmente más débil". El gobernador también arremetió contra una de las cláusulas, en las que se otorgan facultades al comisionado de agricultura del estado para la aplicación de las leyes de inmigración, asegurando que "pone al zorro a cargo del gallinero", porque la industria agrícola no ha "sido conocida por la aplicación de las leyes de inmigración".
"Necesitamos una ley de inmigración sólida que garantice que Florida está haciendo todo lo posible para asistir en esta importante misión federal", escribió DeSantis. "El proyecto de ley de la Legislatura crea la ilusión de una represión a la inmigración ilegal, cuando en realidad es todo lo contrario. Es un insulto darle el nombre del presidente Trump a un proyecto de ley tan débil después de que el presidente ha sido tan firme en este asunto".
La lealtad de los legisladores a Trump quedó plasmada en el nombre de la iniciativa, de 75 páginas: Ley de Tácticas y Reformas a la Política de Migración Ilegal o Ley TRUMP (por sus iniciales en inglés).
Florida es uno de varios estados, gobernados tanto por demócratas como por republicanos, que han respondido a la agenda de Trump en materia de inmigración, incluido Tennessee, el cual inició su propia sesión especial el lunes en parte para tocar el tema.
Desde su elección en 2018, DeSantis ha dependido en gran medida de la Legislatura estatal para impulsar su agenda conservadora, obtener reconocimiento a nivel nacional y promover su candidatura para desafiar a Trump por la nominación presidencial republicana. Pero el rechazo de los legisladores al plan de DeSantis marca un cambio significativo en la dinámica de la legislatura estatal, mientras el gobernador trabaja para cimentar su legado y evalúa su futuro político.
Algunos de los aliados del gobernador en la Legislatura dicen que todavía es el "gorila de 800 libras" en la política de Florida. Pero después de que DeSantis perdió por 30 puntos en las primarias de Iowa, su brillo presidencial se ha desvanecido.
Y ahora, el combate es frontal entre la cúpula legislativa y la oficina del gobernador, dijo el representante estatal republicano Mike Caruso.