Nuevo jefe de la policía de Los Ángeles: Protegerá a los inmigrantes
Jim McDonnell afirmó que su departamento trabaja en colaboración con las oficinas consulares de México y otros países para elaborar un plan ante la amenaza de deportaciones masivas
Diciembre 05, 2024 -
LOS ÁNGELES.- El nuevo jefe de la policía de Los Ángeles afirmó que su departamento trabaja en colaboración con las oficinas consulares de México y otros países centroamericanos para elaborar un plan para proteger a los inmigrantes ante los planes de deportaciones masivas del gobierno de Trump.
En una entrevista con The Associated Press, Jim McDonnell dijo que su trabajo como jefe de policía estará marcado por un alto compromiso con la comunidad, añadiendo que toda la sociedad debe participar en el sistema de justicia penal para crear un lugar seguro para vivir. Experimentado agente policial y exjefe de policía de condado, fue elegido al cargo por la alcaldesa Karen Bass en octubre pasado y rindió juramento un mes después.
El Departamento de Policía de Los Ángeles no realiza detenciones ni toma ninguna otra medida por motivos relacionados con el estatus migratorio de una persona, y tampoco aplica las leyes de inmigración, una práctica que ha estado en vigor durante 45 años, subrayó McDonnell, refiriéndose a una política del departamento conocida como Orden Especial 40, que fue promulgada en 1979.
Cualquier aplicación de las leyes de inmigración significaría "socavar nuestra misión primordial, que es la de poder generar confianza con la ciudadanía para trabajar con cada miembro de todas nuestras comunidades, para poder tener la esperanza de que las personas se presenten en caso de haber sido víctimas de algún delito, o si fueron testigos de un crimen", dijo McDonnell.
El departamento planea trabajar con los consulados para crear y difundir un video en el que expliquen sus políticas a la comunidad de inmigrantes y disipen sus preocupaciones.
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Durante el primer mandato de Trump, el Departamento de Justicia de Estados Unidos intentó retener fondos a las ciudades santuario y dar preferencia en la asignación de subvenciones federales a las ciudades que se comprometieron a cooperar con la aplicación de la leyes de inmigración.
McDonnell dijo que el departamento está "consciente de lo que está en juego". Tomando en cuenta que la mayoría del presupuesto del departamento está destinado al personal, la mayoría de la fuerza policial a menudo depende de subvenciones para proporcionar equipo y herramientas. McDonnell trabajará con grupos nacionales de policía como la Asociación de Jefes de Policía de las Grandes Ciudades para abogar con el gobierno de Trump por las necesidades de las fuerzas del orden público, indicó McDonnell.
A nivel estatal, el fiscal general Rob Bonta también se alista para proteger a los inmigrantes de los planes de deportación a gran escala de Trump. El demócrata anunció el miércoles algunas recomendaciones para escuelas, bibliotecas, hospitales y otras instituciones para respetar la privacidad de los inmigrantes sin autorización legal para permanecer en el país y limitar la asistencia con las autoridades federales de inmigración.
Afirmó que proteger los derechos de los inmigrantes es un tema muy personal, luego que su familia emigró a Estados Unidos desde Filipinas cuando Bonta era un bebé a fin de escapar de la ley marcial y la dictadura en su país natal.
"Aquí en California, no vamos a perder nuestro tiempo, nuestro dinero y nuestros recursos para ir en la dirección contraria", dijo Bonta en una conferencia de prensa en San Francisco. "Los inmigrantes son la columna vertebral de nuestra nación. Los inmigrantes hacen grande a Estados Unidos."
Además de involucrar a la comunidad inmigrante, McDonnell dijo que espera un mayor nivel de participación de las comunidades que no suelen sentirse cómodas haciéndolo.
REFORZARÁ UNA FUERZA POLICIAL
También se comprometió a reconstruir a una fuerza policial que actualmente cuenta con poco menos de 9.000 agentes, hasta alcanzar una cifra ideal de unos 10.000 elementos, o incluso más. Si bien las números recientes de las generaciones de reclutas se ubican en los mediados de los 30, McDonnell espera llevar esa cifra a unos 60.