Quince años después en el golfo: No se olvida la explosión letal de derrame de crudo
Vincular problemas de salud causados en la plataforma petrolera Deepwater Horizon, sigue siendo difícil de probar en los tribunales
Una columna de humo se eleva de incendios en la plataforma petrolífera Deepwater Horizon en el golfo de México, el 21 de abril de 2010.
NUEVA ORLEANS.- Quince años después de la explosión en la plataforma petrolera Deepwater Horizon frente a la costa del Golfo de México, que mató a 11 personas y vertió 507,2 millones de litros (134 millones de galones) de crudo en el océano, los efectos del peor derrame de petróleo en alta mar de Estados Unidos aún se sienten.
La compañía petrolera BP pagó miles de millones de dólares en daños, impulsando ambiciosos proyectos de restauración costera en cinco estados. Sin embargo, los trabajadores de limpieza y los residentes locales que sufrieron impactos en la salud que atribuyen al derrame de petróleo han tenido problemas para que sus casos sean escuchados en los tribunales y pocos han recibido una compensación significativa.
Los grupos de conservación dicen que el derrame catalizó un trabajo de restauración innovador a lo largo de la costa del Golfo, pero están alarmados por la reciente detención de un proyecto emblemático de creación de tierras en Luisiana. A medida que la administración Trump expande el petróleo y gas en alta mar, les preocupa que las mejores oportunidades para reconstruir la costa del Golfo se estén desvaneciendo.
Vincular problemas de salud al derrame sigue siendo difícil de probar en los tribunales
En la comunidad costera de Lafitte, en el sureste de Luisiana, Tammy Gremillion celebraba el Domingo de Pascua, el aniversario del derrame del 20 de abril, sin su hija. Recuerda haber advertido a Jennifer que no se uniera a un equipo de limpieza encargado de contener el derrame para BP.
"Pero no pude detenerla, les estaban ofreciendo mucho dinero a estos jóvenes", dijo Gremillion. "No conocían los peligros. No hicieron lo que debían para proteger a estos jóvenes".
Jennifer trabajó durante meses con el petróleo hasta las rodillas. Volvía a casa apestando a vapores, cubierta de manchas negras y padecía sarpullidos y dolores de cabeza. También estuvo expuesta a Corexit, un producto químico aprobado por la EPA que se utiliza sobre y debajo del agua para dispersar el petróleo, que ha sido vinculado a problemas de salud.
En 2020, Jennifer murió de leucemia, un cáncer en la sangre que puede ser causado por la exposición al petróleo.
Gremillion, quien se deshizo en lágrimas al relatar la muerte de su hija, está "segura al 1.000%" de que la exposición a toxinas durante la limpieza causó el cáncer.
Presentó una demanda contra BP en 2022, aunque las acusaciones han sido difíciles de establecer en los tribunales. La demanda de Gremillion es uno de un pequeño número de casos aún pendientes.
Una investigación de The Associated Press encontró previamente que todas menos un puñado de aproximadamente 4.800 demandas que buscan compensación por problemas de salud vinculados al derrame de petróleo han sido desestimadas y solo una ha sido resuelta.
En un acuerdo de 2012, BP pagó a trabajadores enfermos y residentes costeros 67 millones de dólares, pero esto no superó los 1.300 dólares cada uno para casi el 80% de los que buscaban compensación.
Los abogados del Downs Law Group, que representan a Gremillion y a alrededor de 100 personas más en casos contra BP dicen que la compañía aprovechó tecnicismos procesales para impedir que las víctimas consiguieran su día en la corte.
BP se negó a comentar sobre litigios pendientes. En documentos judiciales, BP negó las acusaciones de que la exposición al petróleo causó problemas de salud y atacó la credibilidad de los expertos médicos presentados por los demandantes.
Más perforaciones mal planificadas
El gobierno de Trump quiere vender más concesiones de petróleo y gas en alta mar, lo que el Instituto Estadounidense del Petróleo, un grupo del sector petrolero, descrió como "un gran paso adelante para la dominación energética estadounidense".
BP anunció un descubrimiento de petróleo en el Golfo la semana pasada y planea más de 40 nuevos pozos en los próximos tres años. La compañía dijo a la AP que ha mejorado los estándares de seguridad y supervisión.
"Seguimos siendo muy conscientes de que siempre debemos poner la seguridad en primer lugar", dijo BP en un comunicado enviado por correo electrónico. "Hemos realizado muchos cambios para que un evento así nunca vuelva a suceder".
Aun así, Joseph Gordon, director de clima y energía de la organización sin fines de lucro Oceana, advirtió que el legado de Deepwater Horizon debería ser "una señal de alarma" contra la expansión de las perforaciones en alta mar.