Navalny enfrenta una vista que podría encarcelarlo por años
Las autoridades rusas han rechazado las acusaciones y afirman que, a pesar de las pruebas realizadas por varios laboratorios europeos, no tienen pruebas de que hubiese sido envenenado
MOSCÚ.
El líder opositor ruso Alexei Navalny enfrentaba el martes una vista judicial que podría enviarlo a prisión durante años.
Navalny, un investigador anticorrupción de 44 años que es el crítico más destacado del presidente de Rusia, Vladimir Putin, fue arrestado el 17 de enero a su regreso de Alemania, donde pasó cinco meses recuperándose de un envenenamiento con una neurotoxina del que culpa al Kremlin.
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Las autoridades rusas han rechazado las acusaciones y afirman que, a pesar de las pruebas realizadas por varios laboratorios europeos, no tienen pruebas de que hubiese sido envenenado.
El servicio penitenciario ruso alegó que Navalny había violado los términos de la libertad condicional de su sentencia suspendida por una condena de lavado de dinero en 2014, que según el opositor tuvo motivaciones políticas. Las autoridades solicitaron a la Corte de Distrito de Simonovsky, en Moscú, que convierta su condena suspendida de tres años y medio en una que deba cumplir en prisión.
Navalny y sus abogados sostienen que durante su recuperación en Alemania no pudo presentarse ante las autoridades rusas en persona como exige su libertad condicional. Navalny insistió además en que se violó su derecho al debido proceso durante su detención y describió su encarcelamiento como una parodia de la justicia.
El arresto de Navalny ha provocado movilizaciones multitudinarias en toda Rusia los dos últimos fines de semana, en las que decenas de miles de personas salieron a la calle para reclamar su liberación y corearon consignas contra Putin. La policía detuvo a más de 5.750 personas en las protestas del domingo, incluyendo más de 1.900 en la capital, un récord desde la época soviética. Algunos fueron golpeados.
La mayoría quedaron en libertad tras recibir citaciones judiciales y enfrentan penas de cárcel de entre 7 y 15 días. Varios enfrentan cargos penales por supuesta violencia contra la policía.
El equipo de Navalny convocó otra manifestación frente al tribunal de Moscú el martes, pero la policía se desplegó en las inmediaciones del edificio, acordonando las calles cercanas y efectuando detenciones aleatorias. Mäs de 120 personas fueron arrestadas, según el grupo OVD-Info de monitoreo de detenciones.
A pesar de los cordones policiales, algunos partidarios de Navalny lograron acercarse al tribunal. Una mujer joven subió a una pila de nieve al otro lado de la calle y mostró un cartel con la frase “Libertad para Navalny”. Menos de un minuto después, la policía la bajó del lugar.
Tras su arresto, el equipo de Navalny publicó un video de dos horas en YouTube sobre una opulenta residencia en el Mar Negro construida presuntamente para Putin. El video acumula más de 100 millones de visualizaciones, avivando el descontento de los rusos de a pie que enfrentan una crisis económica y la pandemia del coronavirus.
Putin insistió la semana pasada en que ni él ni sus familiares poseen ninguna de las propiedades mencionadas en el video y su confidente, el magnate de la construcción Arkady Rotenberg dijo ser el dueño.
Como parte de sus esfuerzos para frenar las protestas, las autoridades han puesto el foco en los socios del opositor y en activistas en todo el país. Su hermano, Oleg Navalny; su principal socia, Lyubov Sobol, y varios más quedaron bajo arresto domiciliario por dos meses y enfrentan cargos penales por violar las restricciones para combatir el coronavirus.
El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, que está previsto que visite Rusia más tarde esta semana, criticó los arrestos y el uso desproporcionado de la fuerza contra los manifestantes, y recalcó que Rusia debe cumplir sus compromisos internacionales.
Rusia calificó las críticas de funcionarios estadounidenses y de la UE de interferencia en sus asuntos internos.
El vocero del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el martes que Rusia está lista para dialogar sobre Navalny, pero advirtió que no tendrá en cuenta las críticas de Occidente.
“Estamos dispuestos a explicarlo pacientemente todo, pero no vamos a reaccionar a declaraciones aleccionadoras ni a tomarlas en cuenta”, señaló Peskov durante una conferencia telefónica con reporteros.