Levantan palmas y renuevan su fe
Marzo 25, 2024 -
El obispo Eugenio Lira Rugarcía exhorta a la conversión espiritual y la importancia de la oración
Miles de feligreses abarrotaron las iglesias en diferentes sectores de Reynosa, incluida la catedral ubicada en pleno centro de la ciudad, con el propósito de celebrar el Domingo de Ramos, día con el que inicia la Semana Santa, además de conmemorarse la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén.
De acuerdo con los datos bíblicos, un día como éste Jesucristo fue recibido por una multitud de seguidores quienes agitaron palmas y ramos de olivo mientras él montaba un asno.
En esta ocasión, volvió a desbordarse la pasión por Cristo en Reynosa, pues fue una gran cantidad de personas las que llegaron a las parroquias para escuchar misa, así como también para bendecir las palmas y ramos que llevaron a esos lugares. Hubo también quienes llevaron figuras religiosas con el mismo objetivo.
Mientras que en el caso de la iglesia de la Virgen de Guadalupe, registraba un lleno total; todavía así había centenares de feligreses que desde las escalinatas escuchaban la misa y esperaban turno para poder ingresar al lugar.
Mujeres de diferentes edades, niños y hombres llevando palmas y ramos en sus manos podían verse en su interior; en tanto que muchos de ellos esperaban turno para tomar la hostia luego de haberse confesado.
Más de la sección
La misa de mediodía estuvo repleta de feligreses y se esperaba que en todo el día de ayer siguieran llegando para rememorar el Domingo de Ramos en la celebración que ofició el obispo Eugenio Lira Rugarcía.
Dijo que estos días son para recapacitar acerca de la entrega y sacrificio del hijo de Dios por el perdón de los pecados de la humanidad, donde muchas de las veces como cristianos no hacemos conciencia de ello; por lo que invitó a que no sólo en estos tiempos nos acerquemos a misa, sino siempre, sobre todo en las actuales situaciones que se viven, en donde la oración es muy importante.
La primera del año
- Poca venta registraron comerciantes instalados a las afueras de las iglesias católicas, a donde fueron a ofrecer desde ramos de palma, figuras religiosas y hasta comida elaborada.
- “No tuvimos esta vez las ventas que esperábamos. No fue buena la comercialización de nuestros artículos en esta ocasión”, lamentó José de Santiago, quien acudió apoyado en silla de ruedas.
- “Estamos viendo que sí vino mucha gente a la iglesia de la Virgen de Guadalupe, pero muchos no compraron nada, ni siquiera estampitas”, agregó.