Reynosa

Las tres etnias del Nuevo Santander en los siglos XVIII y XIX

Los comecrudo del Río San Fernando
  • Por: Martin Salinas Rivera
  • 01 / Septiembre / 2019 -
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Las tres etnias del Nuevo Santander en los siglos XVIII y XIX

Cronista Municipal de Reynosa 

En los años de la década de 1730, los documentos presentados por los pobladores del noreste en apoyo a don Antonio Ladrón de Guevara para la colonización del Seno Mexicano, el territorio sin colonizar de los que es ahora Tamaulipas, nos indican la presencia de los indios comecrudo. Este grupo étnico fue clasificado como fronterizo y que se encontraba a unas 50 leguas de las poblaciones del Nuevo Reino de León, hacia la costa. Se les consideraba como los grupos que hacían robos, muertes e insultos a los pobladores de esa provincia, al igual que las tortugas, aguatinejos, malnombre, tejones, paisanos, caurames, pajaritos y otras naciones no identificadas.

Desde entonces, el mote comecrudo (los que comen alimentos crudos) fue empleado por la población novohispana para describir someramente al menos a tres grupos nativos que habitaban cerca del litoral costero en lo que es actualmente el Estado de Tamaulipas.  Uno se encontraba en el extremo sur de este estado, un segundo cerca de la desembocadura del río San Fernando y un tercero en el delta del río Bravo. 

La información encontrada en diferentes archivos históricos sugiere que estos tres grupos indígenas no estaban relacionados entre sí y que no se conocían entre ellos. Esto ha llevado a una considerable confusión para los investigadores de la historia, quienes han creído a menudo que el nombre comecrudo fue aplicado por los colonos novohispanos a secciones separadas de la misma etnia indígena.

El grupo comecrudo que habitaba al sur de Tamaulipas se conoce únicamente por un solo documento de 1777, que los asocia con la misión de San Juan Capistrano de Suancés, cerca de Altamira, al noroeste de Tampico. Estos compartían la misión en ese momento con las etnias Panguayes y Pasitas. No se ha encontrado información que permita una relación entre los comecrudos del sur de Tamaulipas con los dos grupos más conocidos del norte. 

Los comecrudo del Río San Fernando

Éste grupo comecrudo fue mencionado por primera vez en documentos en el año de 1741, como una unidad étnica representada por el capitán de la etnia pinto, Marcos Villanueva, quién había participado en un tratado de paz con el gobierno del Nuevo Reino de León. Los grupos indígenas dirigidos por este indio, que probablemente incluían a los comecrudo, habían atacado a los colonos de esa provincia. Aun cuando otros grupos asociados con el río San Fernando dirigidos por el capitán Villanueva habían huido de las misiones de Nuevo León, los comecrudo no parecen haber pertenecido a ninguna de las misiones de esa provincia como suponen los autores de los documentos escritos en 1741.

En un informe de 1747 del fundador de la provincia del Nuevo Santander, José de Escandón, indica que los comecrudo vivían en una o más rancherías cercanas a la desembocadura del río San Fernando. La que él visitó albergaba alrededor de 150 familias. Aun cuando este grupo de gente vivía de la caza y la recolección, Escandón dejó claro que la pesca en las lagunas costeras y lagunas saladas cercanas les proporcionaba un importante abasto de alimentos. Le ofrecieron a Escandón y a sus hombres pescado tanto crudo como cocido, lo que indica que estos indígenas no comían crudos todos sus alimentos. Algunos de los pescados fueron identificados como besugos. Escandón mencionó que ellos guardaban peces vivos encerrados en toriles hechos con redes.

En 1747 Escandón averiguó de los comecrudo de ese río, que dos años antes un navío francés había naufragado en las playas cercanas.  Los nativos habían atacado a los sobrevivientes y matado a todos con excepción de dos niños. Se habían comido a algunos de los marineros, tal vez en un tipo de ceremonia ritualística. 

Los dos niños, sin embargo, viajaron hacia el sur hasta llegar a Tampico con ayuda del capitán de un grupo étnico sureño conocido como Morales. Los comecrudo tomaron del barco francés algunas cosas que les interesaron. Escandón recibió algunas de ellas que aún tenían en su poder, incluyendo varios sombreros europeos y cinco monedas acuñadas en los años 1739 y 1740.

Los indios habían tomado un bote del navío, aparentemente se lo habían llevado remando río arriba en el San Fernando, y por medio de troncos lo habían rodado sobre el suelo hasta una de las lagunas interiores, donde lo utilizaban en la pesca. Lo anterior no indica necesariamente que los comecrudo no tuvieran canoas de su propia manufactura. Probablemente se percataron del valor del gran tamaño del bote y su gran estabilidad.  

Un documento anónimo y sin fecha, probablemente escrito alrededor de 1748, confirma la información recopilada por Escandón, sobre el asentamiento comecrudo. El documento anota que algunos indígenas de la etnia tanaquiapemes vivían cerca de los comecrudo, mencionándose que ambas poblaciones sumaban alrededor de doscientas familias.

En 1749 la misión de Cabezón de la Sal se fundó en el actual río San Fernando, y los comecrudo ayudaron a excavar su canal de riego. Aparentemente ninguno de esos indios llegó a vivir en la misión porque no había suficiente alimento. En un reporte sobre la inspección de las misiones en 1752, se registró que los misioneros trataron de congregar a los comecrudo y tanaquiapemes en la misión Cabezón de la Sal, pero la idea fue malograda por una inundación que dañó el asentamiento, su canal de riego y sus campos de cultivo.

Posteriormente, en 1757, se volvió a informar que la etnia no se encontraba en la misión, sino viviendo en una ranchería cercana a las lagunas conocidas como Salinas de la Barra, cercanos a la boca del río. En las inmediaciones se hallaba la ranchería de los quedejeños. Ambos grupos visitaban la misión algunas veces. En su reporte López de la Cámara Alta manifestaba que los comecrudo tenían 160 guerreros, y anotaba que en una ocasión él había sido confrontado por 350 de esos guerreros. En su mapa de la región, López de la Cámara Alta colocaba el nombre de comecrudo en dos localidades: una al este del arroyo Chorreras y al sur del río San Fernando, y el otro al norte del río San Fernando cerca de su desembocadura. Esto sugiere que los comecrudo eran lo suficientemente numerosos para vivir en dos asentamientos.

En 1770 la etnia todavía no había entrado formalmente a la misión Cabezón de la Sal, pero vivía evidentemente muy cerca de la misma.  Posteriormente los misioneros consideraban a los comecrudo como parte de la población indígena de la misión. En 1793, después de que la misión Cabezón de la Sal fuera abandonada por sus misioneros, algunos de los comecrudo, en número de 129, se movieron con otros indios a la misión Helguera, como a ocho millas de Santander Jiménez. Los indios que se cambiaron a la misión Helguera no permanecieron allí por mucho tiempo, regresando al bajo río San Fernando. Estos, junto con los comecrudo, fueron registrados aun en 1818.

En 1747 Escandón anotó ciertos detalles que parecen mostrar que los comecrudo del río San Fernando no estaban relacionados con los comecrudo del río Bravo. En el San Fernando, ninguno de los indios pudo decirle qué tan lejos se hallaban del río Bravo y menos sugerir una buena ruta para llegar a ese río. Algunos indios del río San Fernando, sin embargo, acompañaron a Escandón al río Bravo, donde no fue posible que sirvieran como intérpretes. Aparentemente los dos grupos de Comecrudo no sabían nada uno del otro.

Los comecrudo del río Bravo

Hay alguna evidencia sobre la presencia de los comecrudo del río Bravo desde 1730, en conexión con ciertos grupos indígenas asociados con el río San Juan. La primera referencia incuestionable sobre dicha etnia está en el reporte de Escandón sobre su viaje de reconocimiento del Seno Mexicano en el año de 1747. La fuente de información principal adquirida por Escandón sobre los indios del delta del río Bravo provenía de un jefe comecrudo, mencionado como el capitán Santiago, quién era claramente un líder reconocido por otros grupos indígenas de la región. 

El capitán Santiago llamó a los otros indios por medio de señales de humo, convocando a unas doscientas familias indígenas que vinieron al campamento de Escandón, el cual estaba en las inmediaciones del actual Matamoros.  Escandón obtuvo del capitán Santiago los nombres nativos de treinta unidades étnicas que se decía habitaban a lo largo del bajo río Bravo: dieciséis grupos al sur del río y catorce al norte del mismo. Los comecrudo eran aparentemente más numerosos que cualquier otro grupo en la región del delta. Estos vivían al sur del río.

En 1749 la misión de San Joaquín del Monte fue establecida a unos tres kilómetros río arriba de la antigua villa de Reynosa (Reynosa Díaz). Al año siguiente, ahí Escandón encontró a los comecrudo como uno de los seis grupos indígenas que habían llegado a vivir a la misión o cerca de la misma. Informó que la población del grupo era de 149 individuos (47 hombres, 102 mujeres y niños); posteriormente dijo que estos indios habían nacido y morado en la ribera sur del río Bravo. 

Después de 1770, diversos documentos continuaron reportando la presencia de los comecrudo en la misión de San Joaquín del Monte, cerca de la Antigua  Reynosa, o bien habitando al oriente de la villa. En 1802, la antigua villa fue trasladada río abajo a la Loma de San Antonio, donde se encuentra actualmente la Plaza Hidalgo. La mayoría de los comecrudo permanecieron en el antiguo sitio de la misión, a unos tres kilómetros río arriba de la actual Reynosa Díaz. Los comecrudo se reportaban en el área de Reynosa aun en 1834. 

Cuando menos veinticinco indígenas comecrudo vivían todavía en el área de Reynosa en 1886, cuando el suizo Albert Gatschet recogió un extenso vocabulario comecrudo de dos de sus hombres. Está claro que la lengua de los comecrudo conocido por los lingüistas es la misma que hablaban casi todas las unidades étnicas del río Bravo, entre Laredo y la desembocadura del río. No hay indicaciones que los comecrudo de la región de Reynosa hubiesen llegado allí desde la parte baja del río San Fernando.

Las tres etnias del Nuevo Santander en los siglos XVIII y XIX

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