Gobernadores dejan a estados deudas y crisis
Mandatarios electos piden a la Federación que no deposite más dinero en las arcas a los que ya se van
Los gobernadores que iniciarán funciones este año recibirán estados endeudados y con problemas financieros de corto plazo.
De todas las entidades que renovarán gubernatura este año, Nuevo León es el estado que arrastra la mayor deuda de largo plazo, derivada de los excesos registrados en la administración del priista Rodrigo Medina, que dejó una deuda de 63 mil 800 millones de pesos. A eso se suman 19 mil 500 millones de deuda que contrató el Gobierno del independiente Jaime Rodríguez "El Bronco".
"No hay dinero, estamos quebrados y endeudados", declaró Samuel García, futuro Gobernador de la entidad, dos meses antes de ganar la elección.
En Colima, la transición se registrará en medio de una crisis de liquidez. Cuatro meses antes de abandonar la administración, el Gobernador priista Ignacio Peralta declaró la quiebra y dijo no tener dinero ni para pagar los salarios de burócratas, maestros y jubilados.
En la administración de Peralta, la deuda estatal se incrementó en 977 millones de pesos. Según la Gobernadora electa de Morena, Indira Vizcaíno, podría heredar pasivos por 8 mil 500 millones de pesos.
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El morenista Alfredo Ramírez Bedolla, Gobernador electo de Michoacán, aseguró que el Gobierno del perredista Silvano Aureoles dejará un déficit de 5 mil millones de pesos para finales de este año.
De acuerdo con los registros de Hacienda, Michoacán tiene una deuda de largo plazo de 20 mil 400 millones de pesos.
En 2015, Aureoles recibió la administración de manos del PRI con pasivos por 17 mil 472 pesos, a los que sumó unos 3 mil millones de pesos durante su administración.
En Baja California, la Gobernadora electa morenista, Marina del Pilar Ávila, heredará del también morenista Jaime Bonilla una deuda de casi 24 mil millones de pesos. Entre esos recursos, está un crédito de 3 mil millones aprobado a Bonilla apenas en abril pasado.